Según datos de Vorsight, tan solo el 3% del mercado compra, el 40% está listo para comprar y el resto no lo está. Sin duda, vender es difícil. Sin embargo, el proceso de venta resulta más sencillo si se posee el conocimiento suficiente, se aplican técnicas de venta y se comprende cuál es el papel del vendedor.
Benoit Mahé, experto en técnicas de venta, explica que es esencial que el vendedor se especialice y añada a sus funciones la capacidad de comprender las necesidades del cliente potencial para también poder ofrecerle asesoramiento. Y es que entender las necesidades de los clientes es un punto fundamental. De hecho, el 76% de los clientes esperan que las compañías tengan en cuenta sus necesidades y expectativas.
Si quieres saber qué debes evitar en un proceso de venta y cuáles son las técnicas más efectivas, te lo explicamos.
Es importante conocer qué acciones conviene evitar en ventas, ya sea porque son poco efectivas o porque pueden, incluso, provocar rechazo hacia el producto o el mismo vendedor. Algunas de ellas son:
Existen muchas técnicas de venta, todas desarrolladas por vendedores o instituciones del sector de los negocios y las ventas. Algunas se llevan utilizando varias décadas, mientras que otras son más modernas. No obstante, a la hora de elegir una u otra técnica de ventas no hay que considerar su antigüedad, sino qué tipo de producto o servicio se quiere vender y qué canal de venta se quiere utilizar.
Sin embargo, para que una técnica de venta sea exitosa, esta debe diseñarse a partir de los intereses y las necesidades de los clientes objetivos, es decir, debe ser customer centric. De hecho, las empresas con experiencia de cliente son un 60% más rentables.
A continuación, te presentamos las técnicas de venta más populares y eficaces.
AIDDA es el acrónimo de Atención, Interés, Demostración, Deseo y Acción. Sin embargo, en la actualidad, este proceso se simplifica eliminando la fase de demostración, con lo que el acrónimo se reduce a AIDA.
Este método, desarrollado a finales del siglo XIX por el Instituto Alexander Hamilton de Estados Unidos, plantea un procedimiento que se adapta al proceso natural de compra de un producto, desde su descubrimiento hasta su adquisición:
SPIR es el acrónimo de Situación, Problema, Implicación y Resolución. Asimismo, también se conoce como SPIN, donde la N significa necesidad de pago. Este método consiste en plantear una serie de preguntas adaptadas a cada una de estas fases:
AICDC es el acrónimo de Atención, Interés, Convicción, Deseo y Cierre. Se conoce también como método Percy, por el nombre de su autor, Percy H. Whitting, quien describió este método en su libro Las cinco grandes reglas de la venta. Este método contempla que las fases de una venta efectiva son las siguientes:
FAB es el acrónimo de Features, Advantages and Benefits (características, ventajas y beneficios). Este método es ideal para cualquier situación en la que el beneficio final no está claro o existen múltiples características y beneficios. Este se compone de las siguientes fases:
Descripción de las características: se detallan los atributos o aspectos distintivos del producto o servicio. Esto resulta muy útil para quienes no conozcan o no comprendan el producto que se quiere vender.
Hablar de sus ventajas: ayuda a comprender cómo se pasa de la función al beneficio; es decir, le da contexto a la descripción de las características.
Exposición del beneficio: es la explicación de cómo la función ayuda al cliente, qué es lo que el producto puede hacer por él.
El sistema Sadler, desarrollado en 1967 por David Sandler, se centra en que los vendedores actúen como consultores en lugar de como vendedores agresivos. Para ello, esta técnica busca hacer las preguntas correctas durante el proceso de calificación, en lugar de forzar la venta de un producto a un cliente que es posible que no lo necesite. El sistema Sandler se compone de siete pasos:
La venta consultiva es una técnica que se enfoca en las necesidades del cliente. Su objetivo es construir una relación a largo plazo en lugar de una relación transaccional a corto plazo. La técnica de venta consultiva se ejecuta según las siguientes fases:
La venta colaborativa consiste en trabajar con un cliente para identificar sus necesidades y encontrar una solución óptima para él. El enfoque clave es mejorar las relaciones con el cliente y potenciar la experiencia de cliente.
En esta técnica, los vendedores deben centrarse en colaborar con el cliente, ya que esto asegura un intercambio justo de ideas e inquietudes para desarrollar una solución en la que ambas partes se beneficien.
Independientemente de la técnica de ventas que se utilice, hay algunas estrategias que pueden contribuir a desarrollar el proceso y cerrar la venta:
Como puedes ver, a pesar de que vender no es una actividad fácil, existe un gran número de técnicas de venta y estrategias complementarias que la convierten en una tarea más sencilla y agradable. Sin embargo, además de conocer estas herramientas, es imprescindible contar con ciertas habilidades blandas, como la empatía, la creatividad o la escucha activa, para poder identificar con detalle las necesidades del cliente y establecer así una relación más cercana y duradera, de manera que el proceso sea mucho más efectivo.
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