Técnicas de estudio: ¿cuáles son los métodos más efectivos?

26/01/2021 | Santander Universidades

Llenar una piscina con un cubo lleno de agujeros es, sin duda, mucho menos efectivo que si el recipiente está en perfectas condiciones o si empleas una manguera para no tener que recorrer la distancia con el grifo. Lo mismo ocurre al estudiar: aplicar las técnicas de estudio correctas hace que los resultados sean más positivos. De hecho, seguro que conoces a alguien que tiene una sorprendente capacidad de aprendizaje. 

Ahora bien, su éxito no proviene tanto de una fortaleza innata como del desarrollo de métodos de estudio eficientes. Ten en cuenta que la exposición informativa que impera en la actualidad obstaculiza la concentración. En este sentido, el 62% de los jóvenes de entre 16 y 39 años admite que han perdido capacidad de focalización a causa del uso de la tecnología, según la Encuesta Merck: Salud Emocional. Qué mueve a los Z y millennials europeos. 

Sin embargo, aunque estudiar consume tiempo y energía, es muy necesario para progresar tanto en ámbitos académicos como laborales, además de para crecer en lo personal. Por eso, desde la enseñanza obligatoria hasta los programas especializados, seguir mejorando y avanzando a través del estudio puede ayudarte a alcanzar tus metas profesionales y personales. Eso sí, mejor con las técnicas de estudio adecuadas. ¡Descúbrelas! 

¿Qué son las técnicas de estudio?

Las técnicas de estudio son estrategias y métodos específicos utilizados para facilitar el aprendizaje y la retención de información de forma generalizada. Es decir, sirve para todo tipo de personas e independientemente de la materia o nivel de la capacitación. Por ejemplo, preparar un esquema de un tema te ayudará a facilitar su interiorización tanto si te estás preparando una oposición judicial como si necesitas aprender un nuevo protocolo de actuación de tu empresa. 

Así, las técnicas de estudio no solo ayudan a absorber conocimientos de manera más efectiva. También, mejoran la comprensión y la aplicación práctica de lo aprendido. Es más, al emplear técnicas de estudio adecuadas, conseguirás una mejor memorización, mejor gestión del tiempo y reducción del estrés que se traducirán en un rendimiento académico o profesional superior.  

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¿Cuáles son las mejores técnicas de estudio?

Ten en cuenta que estudiar no solo consiste en pasar horas delante de los materiales. Y es que, por mucho que lleves las últimas zapatillas deportivas, estas mismas, por sí solas, no te convierten en un corredor profesional. Afortunadamente, hay técnicas de estudio efectivas que permiten aprovechar al máximo el tiempo y maximizar los conocimientos que se asimilan. 

La memorización a través del Visual Thinking

Uno de los métodos de estudio más extendidos consiste en subrayar, colorear o resumir los apuntes. Y es que el uso de esquemas, diagramas, organización cromática de ideas, mapas mentales o cualquier otra herramienta del visual thinking provoca lo que se conoce como efecto Von Restorff o de aislamiento. Se trata de un fenómeno psíquico que provoca que recuerdes aquello que es diferente dentro de una secuencia homogénea o uniforme. Eso sí, siempre debe realizarse tras una lectura comprensiva de la información. A esto hay que añadir que el ser humano es capaz de retener la información visual hasta en un 65%, frente al 10% de lo escuchado, según sostiene el Dr. John Medina, autor de Brain Rules.

Simulaciones para la puesta en práctica

De acuerdo con el cono del aprendizaje de Edgar Dale, las personas son capaces de interiorizar hasta un 90% de las cosas que hacen, frente al 10% de lo que leen. Por tanto, siempre que sea posible, llevar a cabo ejercicios prácticos o simulaciones, recreando escenarios reales, es una estrategia muy interesante para potenciar el aprendizaje. Además, el ‘learning by doing’ te permite aprender de tus errores en un ambiente seguro y mejorar tus habilidades prácticas.

Ejercicios de autoevaluación

Otra de las técnicas de estudio con mejores resultados es la autoevaluación. Se trata de reforzar el conocimiento a través de la revisión y evaluación de uno mismo. Y es que no sería la primera vez que has estado semanas memorizando información y, a la hora del examen, te has percatado de que no has retenido bien los temas o no los has comprendido. Por eso, no te olvides de incluir la realización de exámenes de práctica, cuestionarios y la revisión de notas entre tus métodos de estudio. De este modo, podrás identificar áreas de debilidad y fortalezas, permitiendo enfocar el estudio de manera más acorde a tus necesidades e intereses. 

Métodos de estudio basados en la mnemotecnia

La mnemotecnia es una técnica que utiliza asociaciones mentales para ayudar a recordar información. ¿Quién no se ha hecho su propia frase con las iniciales de los elementos de la tabla periódica para recordarlos más fácilmente? Esto puede incluir acrónimos, rimas, imágenes y otras formas creativas de conectar información nueva con conocimientos ya existentes. Las reglas mnemotécnicas son particularmente útiles para memorizar listas, fechas, fórmulas y otros datos que, de otra manera, serían difíciles de recordar. En cualquier caso, el uso de mnemotecnia ha sido comprobado como efectivo para potenciar la memoria a largo plazo.

La técnica Pomodoro para la gestión del tiempo

En muchas ocasiones, el origen del fracaso en los estudios se encuentra en una mala organización del tiempo y falta de concentración. ¿Sabías que, según los estudios, un trabajador sufre una media de 56 distracciones cada jornada laboral? Una llamada, la notificación de las redes sociales, el mensaje de WhatsApp, el compañero que entra… Para evitar a estos “ladrones de tiempo”, el Método Pomodoro puede ser especialmente útil.

Consiste en estudiar durante 25 minutos seguidos y después hacer un breve descanso de 5 minutos. Al completar cuatro Pomodoros, se toma un descanso más largo de 15-30 minutos. Esta técnica es ideal para tareas que requieren un alto nivel de concentración y ha demostrado aumentar significativamente la productividad y la calidad del estudio.

¿Cómo sacar el máximo partido a las técnicas de estudio?

Para maximizar el rendimiento en el estudio, es crucial adaptar las técnicas de estudio a tus necesidades y estilo de aprendizaje. ¿Qué pautas debes tener en cuenta al diseñar tu programa de aprendizaje? 

Ejercicios prácticos

Aunque los exámenes, cuando influyen en los resultados académicos, son una fuente de preocupación y ansiedad, hay formas de utilizarlos en beneficio propio para incentivar el aprendizaje activo. Recuerda que existe una relación entre hacer tests y pruebas prácticas de autoevaluación justo después de leer un texto y memorizarlo mejor. Este tipo de técnicas de estudio ayudan a fijar el conocimiento de forma más duradera que la relectura, ya que se conecta el material estudiado con una realidad práctica. Por ejemplo, un buen método de estudio podría ser combinar la lectura rápida con ejercicios de comprensión.

Colaboración

Hay varios beneficios asociados a estudiar en compañía. Por un lado, el intercambio de reglas mnemotécnicas y otros trucos para asentar conocimientos puede ser muy ventajoso, pero eso no es todo. La conversación relacionada con la materia y, cuando esta lo permite, el debate e intercambio de opiniones al respecto son una forma más de llevar los conocimientos a la práctica, y la variedad de estímulos fija la memoria de forma más efectiva. Si es posible, también resulta muy beneficioso enseñar la materia, ya que hace falta una comprensión profunda del material para instruir a otras personas, y hacerlo asienta los conocimientos más importantes.

Variedad

Puede resultar tentador centrarse en un solo tema y repetirlo hasta la saciedad, pero hay varias investigaciones que señalan que este podría no ser el mejor sistema. Intercalar temas diferentes parece estimular el aprendizaje más que la repetición continuada, en especial cuando se pueden encontrar puntos en común entre distintas materias. Además de fomentar el aprendizaje, esto puede ayudar a desarrollar las competencias transversales. Para lograr combinar materias de forma efectiva, es muy útil planificar con antelación.

Planificación y estrategia

La organización es clave para desarrollar técnicas de estudio efectivas. Sabiendo que la memoria es especialmente sensible al estrés, es lógico pensar que unos plazos cortos pueden afectar al rendimiento académico, por lo que conviene espaciar el material de estudio a lo largo de todo el tiempo disponible. Una estrategia que tenga en cuenta los plazos, la densidad y la dificultad de las materias, la importancia de los descansos y los beneficios de intercalar temas diferentes puede ser la respuesta en casos de falta de concentración y problemas para memorizar.

Concentración y descanso

La capacidad de concentración durante el estudio es limitada y varía de una persona a otra, por lo que no hay un periodo óptimo aplicable a todo el mundo. En cualquier caso, el descanso es necesario y su ausencia tiene graves consecuencias sobre las capacidades de análisis, síntesis y memorización. En concreto, no dormir 8 o más horas cada noche impacta negativamente en el rendimiento, de acuerdo con un estudio de la Sleep Foundation. Este es el motivo por el que las técnicas de estudio basadas en la práctica repetitiva fracasan en numerosas ocasiones: parece ser más efectiva a largo plazo una práctica espaciada que una intensiva. Para saber cómo organizar los tiempos de estudio y descanso, es vital ser consciente de las limitaciones propias, tanto físicas como psicológicas, y respetarlas. 

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Las técnicas de estudio no son universales, es decir, no siempre funcionan en la misma medida. No obstante, sí que son de gran ayuda para optimizar el rendimiento académico o laboral. No olvides que, en la actualidad, es indispensable apostar por la capacitación continua si quieres tener éxito en tu carrera profesional. 

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