Roadmap: qué es, para qué sirve y cómo elaborarlo

El filósofo chino Confucio dijo en el siglo VI a.C. que “cuando el objetivo te parezca difícil, no cambies de objetivo; busca un nuevo camino para llegar a él“. Y es que, sin duda, a la hora de iniciar cualquier proyecto, resulta imprescindible marcar las metas que se quieren alcanzar. Sin embargo, en muchos casos, es probable que te olvides de poner en marcha un plan en el que se detallen todos los pasos que hay que seguir para alcanzar los objetivos fijados. 

Esto es lo que se conoce como roadmap u hoja de ruta, una herramienta clave que permite alcanzar los objetivos de una forma más eficiente, organizada, rápida y sencilla. ¿No sabes qué es un roadmap? Si quieres saber más, a continuación, te contamos todos los detalles.

¿Qué es el roadmap de un proyecto?

Un roadmap, también denominado hoja de ruta o plan de acción, es un documento que sirve como guía a la hora de construir un nuevo proyecto. En este, se detallan todos los pasos que hay que seguir para convertir una idea de negocio en un proyecto real y palpable. 

En este sentido, para que el roadmap funcione, es fundamental que sea  detallado y preciso. Debe responder a preguntas como: dónde estamos, a dónde nos dirigimos y qué pasos debemos dar para llegar a nuestro destino. 

Por otro lado, un roadmap debe ser también flexible y dinámico para poder adaptarse a los posibles cambios que surjan. Asimismo, es una buena idea representarlo de la manera más gráfica posible, ya que esto facilita su interpretación. 

De esta manera, al elaborar un roadmap y contar con una planificación detallada, hay más probabilidades de rebajar las posibles dificultades que se pueden encontrar  en el camino y alcanzar así los objetivos establecidos en un tiempo determinado.

¿Para qué sirve un roadmap y cómo puede ayudarte?

Imagina que estás en mitad del desierto del Sahara y pretendes llegar a la ciudad más cercana con solo una botella de agua, sin mapa y sin brújula. Si bien puede ser que, al principio, todo parezca ir bien, pronto seguro que empieza a aparecer el cansancio, la sed, la angustia y la desesperación; de manera que no sabrás qué hacer y te parecerá difícil llegar a la ciudad a salvo.  

Iniciar un proyecto de cualquier tipo sin un roadmap es similar a caminar por un desierto sin brújula. Y es que, por mucho que se cuente con un objetivo claro, es fácil perderse por el camino, dado que deberás lidiar con algunos problemas. 

Por esta razón, la elaboración de un roadmap detallado ofrece ventajas a la hora de llevar a cabo un proyecto. Algunas de ellas son las siguientes:

• Aumenta la productividad: permite planificar diferentes escenarios para reaccionar a los imprevistos de forma rápida, por lo que se puede ahorrar tiempo y aumentar así la productividad. 
• Se establecen mejor las prioridades: un roadmap no es solo un plan de actuación a corto plazo, sino que este puede ir evolucionando a lo largo del tiempo para seguir alcanzando nuevos objetivos. Sin embargo, la planificación detallada de un roadmap permite discernir en cada momento qué es lo más prioritario en cada etapa, ser más constantes y progresar de una forma más rápida, evitando los errores más evidentes. 
• El equipo está más organizado: facilita que todos los participantes se alineen en torno a una meta común. A su vez, esto permite distribuir mejor el trabajo y asignar tareas de manera eficiente, lo que da como resultado un equipo más motivado, enérgico y satisfecho. 
• Se reducen los costes: permite llevar un seguimiento de las acciones, comparar resultados, tomar decisiones de forma más fácil y utilizar los recursos disponibles de manera eficiente. 

¿Cómo se realiza un roadmap?

Ahora que ya sabes qué es un roadmap, es importante que conozcas los pasos a seguir a la hora de elaborarlo. Te damos algunas ideas que te pueden resultar útiles.

1. Haz un diagnóstico inicial

En primer lugar, es esencial establecer en qué punto te encuentras: define de forma precisa cuál es la idea inicial y qué acciones se han tomado hasta el momento. 

2. Descubre necesidades y define el público objetivo

A continuación, debes definir a quién te diriges y qué necesidades tiene tu público objetivo. Es decir, antes de encontrar una solución, es importante descubrir cuál es el problema a resolver. De esta forma, podrás alinear las necesidades con los objetivos del proyecto y definir cuál sería el resultado ideal. 

3. Establece los objetivos

Una vez que sabes cuál es el punto de partida y a quién te diriges, es el momento de fijar qué objetivos estratégicos quieres alcanzar. Para ello, puedes establecer los objetivos SMART, los cuales deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con límite de tiempo.  

4. Estima el tiempo y los recursos necesarios

Cualquier tipo de proyecto debe tener claro qué recursos, tanto materiales como humanos, necesita para alcanzar sus objetivos. Asimismo, también es importante marcar los hitos a alcanzar durante un periodo de tiempo determinado, por lo que es muy aconsejable elaborar un calendario de trabajo. 

5. Define las métricas o KPI

Como todo aquello que no se puede medir, no se puede mejorar, es imprescindible definir cuáles son las métricas o KPI que se van a utilizar durante el proyecto. Estos indicadores serán los que te permitirán conocer si el plan que has elaborado te está ayudando a conseguir los resultados esperados. 

6. Desarrolla los pasos y el plan de trabajo al detalle

Elabora punto por punto la hoja de ruta o roadmap. Procura que sea lo más detallado posible. 

7. Crea un mapa visual

Es muy aconsejable diseñar también un mapa más visual y resumido, que te permita saber de un solo vistazo en qué punto de la hoja de ruta te encuentras y cuáles serán los siguientes pasos a completar. 

8. Revisa el roadmap de forma regular

Una vez que hayas iniciado el proyecto, revisa el roadmap de manera regular. Esto no solo te permitirá comprobar si estás cumpliendo con los objetivos marcados, sino que también te facilitará introducir los cambios necesarios a partir de los escollos o dificultades que te hayas ido encontrando. ¡Recuerda! Un roadmap debe ser flexible,  ya que la puesta en práctica suele diferir de la teoría. 

Como has podido comprobar, saber qué es un roadmap y cómo elaborar uno es algo imprescindible a la hora de poner en marcha cualquier proyecto. Sin embargo, para que la idea tenga éxito, también resulta clave disponer de las habilidades y los conocimientos necesarios. De ahí la importancia de aprender durante el camino y formarse de manera constante en diferentes áreas.

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