Encontrar un océano azul, repleto de calma, donde pescar grandes cantidades de peces sin competir con otros pescadores. Este es uno de los grandes objetivos de muchas empresas que, sabiendo lo difícil que es captar clientes y hacer crecer un negocio en un mercado tan competitivo como el actual, tratan de encontrar oportunidades de mercado sin explorar.
Algunas de las compañías más valiosas del mundo, como Google, Meta, Microsoft o Apple, fueron las que más invirtieron en I+D durante el año pasado. Y es que, aunque se trata de empresas consolidadas, saben que, para dominar el mercado del futuro y mantener su liderazgo, es esencial explorar y explotar nuevos nichos de mercado, así como ofrecer soluciones innovadoras, capaces de satisfacer nuevas demandas del mercado, para adelantarse así a sus competidores.
En este artículo, te explicamos más sobre la estrategia del océano azul: en qué consiste, en qué se diferencia de la estrategia de océanos rojos, cuáles son sus ventajas y desventajas, ejemplos prácticos o cómo puedes aplicarla. ¡Sigue leyendo y no te lo pierdas!
El concepto de océano azul surge del libro La estrategia del océano azul, publicado en 2005 por W. Chan Kim y Renée Mauborgne, profesores de la prestigiosa escuela de negocios estadounidense INSEAD.
Esta teoría sugiere que la tendencia de pensamiento habitual suele estar dirigida hacia los océanos rojos, es decir, nichos de mercado tradicionales donde muchas empresas compiten por los mismos clientes.
Sin embargo, tal y como está estructurado el mercado en la actualidad, con límites tanto en la oferta como la demanda, la mejor forma de destacar es mediante la innovación, buscando nuevas oportunidades que permitan a las empresas posicionarse sin tener que enfrentarse a una competencia feroz. Es en este punto donde aparecen los océanos azules, que buscan impulsar la competitividad mediante la diferenciación, tratando de encontrar o crear mercados rentables donde poder liderar.
De este modo, un océano azul son aquellas áreas de mercado desconocidas o sin explotar donde la competencia es mínima o inexistente. Se trata de descubrir nuevos nichos de mercado, en los que las necesidades de los consumidores no están cubiertas por las ofertas actuales, ya sea porque la solución existente es ineficiente o porque no existe una demanda debido a la falta de soluciones innovadoras.
“Al final, o eres diferente, o eres barato”. Esta frase, pronunciada por Guy Kawasaki, uno de los primeros empleados de Apple y destacado evangelista de la tecnología, resume perfectamente el espíritu de la estrategia del océano azul.
En este sentido, cabe aclarar que no se trata de una cuestión de precios, sino que Kawasaki hace referencia a que las estrategias de siempre atraen los mismos resultados de precios ajustados y competencia directa, pero probar cosas diferentes e innovadoras permite obtener resultados superiores.
Esta idea de diferenciación coincide a la perfección con los principios de la estrategia del océano azul:
Generar nuevos espacios de consumo: las empresas deben buscar los límites de los mercados con la intención de crear soluciones innovadoras. Es necesario ir más allá de la reinterpretación de las soluciones existentes y generar una nueva necesidad a los consumidores.
No pensar solo en números: la estrategia debe centrarse en crear un producto o servicio que sea realmente innovador, dejando a un lado los números a corto plazo. Es esencial centrarse en la idea, desarrollarla para que sea realmente innovadora y aspirar a revolucionar el mercado a largo plazo.
Pensar en el usuario: la idea debe girar en torno a un público objetivo que pueda apreciar el valor de la innovación. Y, aunque hay que entender sus necesidades, deseos y problemas para poder ofrecer una solución que realmente les aporte valor, hay que ir un paso más allá, anticipándose a sus futuras necesidades.
Ser viable: de nada sirve ser extremadamente innovador si el producto creado no puede encontrar un mercado viable. Es esencial que la idea, aunque innovadora, sea sostenible y pueda implementarse de manera efectiva en el mercado. En este sentido, estudia el mercado actual y trata de ver las posibilidades que hay para redefinir aspectos como la atención al cliente, la distribución o las vías de venta.
En un mercado tan saturado como el actual, puede parecer imposible encontrar ideas de mercado que aún no se hayan explotado. Sin embargo, en las últimas décadas, hemos visto cómo varias empresas han sido capaces de crear nuevas industrias, revolucionando el mercado y dejando atrás los productos que existían hasta entonces.
A continuación, te presentamos algunos ejemplos de océanos azules recientes:
El 9 de enero de 2007, Steve Jobs presentó por primera vez al mundo el iPhone, un dispositivo que tenía las funciones de un teléfono, un iPod y un navegador de internet. En apenas unos años, el iPhone revolucionó el mercado de la telefonía móvil, creando una nueva industria que mueve miles de millones de euros al año. Sin ir más lejos, hace poco, Apple se convirtió en la primera empresa en tener una valoración de más de tres billones de dólares.
En un momento donde la piratería castigaba a la industria del cine, Netflix cambió las normas del juego a partir de una idea innovadora. En sus inicios, la plataforma ofrecía un servicio de alquiler de DVD por correo, pero rápidamente evolucionó hacia el streaming en línea, permitiendo a los usuarios ver contenido cuando y donde quisieran. Esta transformación no solo ayudó a reducir la piratería, sino que también creó una nueva forma de consumir entretenimiento, estableciendo a Netflix como líder en el mercado.
El Cirque du Soleil reinventó el concepto de circo tradicional al combinar elementos de teatro, danza y música en sus espectáculos. Se alejó totalmente de los circos tradicionales para crear una nueva categoría de entretenimiento en vivo que ha sido aclamada a nivel mundial. Por esta razón, es un referente en el mundo del entretenimiento y ha inspirado a muchas otras compañías a seguir su modelo de innovación.
En ocasiones, no es necesario inventar algo completamente nuevo, sino reinventar un servicio existente hasta cambiarlo por completo. Uber es uno de los mejores ejemplos de esto, con un modelo de negocio que transformó el sector del transporte al conectar a conductores y pasajeros a través de una aplicación móvil. Esta innovación no solo ha facilitado la movilidad urbana, sino que también ha creado una nueva industria que se ha replicado en todo el mundo. Incluso, ha obligado a los gobiernos de muchos países a cambiar la legislación para crear lo que se conoce como la “Ley Uber”.
Al embarcarse en la búsqueda de un océano azul, se corre el riesgo de no encontrar nada, pero, en caso contrario, las recompensas pueden valer la pena. Por ello, antes de lanzarse al mar, es importante evaluar las ventajas y desventajas de esta diferenciadora estrategia.
Propuesta de valor única: las empresas pueden crear soluciones originales que no tienen comparación directa en el mercado, lo que les permite destacar y atraer a una audiencia nueva y leal.
Marca pionera: como nadie más tiene un producto como el diseñado, las compañías pueden posicionarse como líderes y pioneras en el nuevo mercado. Esto también les brinda la oportunidad de definir los estándares y expectativas del sector al que entran, así como de tener un impacto de marca notable a lo largo del tiempo.
Competitividad nula: durante un tiempo, las empresas pueden elaborar una estrategia sin tener en cuenta a la competencia, ya que esta es prácticamente nula. Sin embargo, no se debe confundir esta ventaja con la falta de competencia total, ya que en cualquier momento otras compañías podrían ingresar al nicho.
Rentabilidad: estas soluciones innovadoras pueden ofrecer márgenes de beneficio más altos, debido a la falta de competencia directa y la percepción de valor único por parte de los consumidores. En este sentido, la rentabilidad a largo plazo puede compensar con creces la inversión inicial.
Creatividad e innovación: la estrategia de océano azul fomenta entornos de trabajo donde la creatividad y la innovación son esenciales. Este ambiente estimulante puede dar como resultado equipos más motivados y comprometidos.
Alto riesgo: no hay garantías de que el nuevo mercado sea aceptado o de que la empresa pueda ejecutarlo de manera efectiva. De este modo, aunque la idea pueda ser viable en el plano teórico, en la práctica, las circunstancias y algunos factores inesperados pueden impedir su implementación exitosa.
Inversión inicial: desarrollar soluciones innovadoras puede requerir una inversión considerable en investigación y desarrollo (I+D) o marketing antes de que se puedan ver los beneficios.
Adaptación del mercado: los consumidores pueden ser reacios a adoptarla de forma rápida, lo que puede llevar tiempo y esfuerzo adicional para educar y convencer al mercado.
Incertidumbre: durante un periodo de tiempo, las empresas deben resistir la incertidumbre de no saber si su apuesta por el océano azul tendrá éxito. Esto puede ser estresante, tanto para los líderes de la organización como para los empleados e inversores, ya que la falta de referencias y experiencias pasadas puede dificultar la toma de decisiones estratégicas.
Cada empresa, negocio o proyecto debe valorar si la estrategia del océano azul es su mejor opción o, por el contrario, si es mejor invertir sus recursos en mercados tradicionales o diseñar una estrategia mixta. No obstante, aquellas que decidan apostar por explorar océanos azules deben seguir una serie de pasos clave:
Identifica mercados no explorados: explora los límites de los mercados actuales en búsqueda de áreas donde no existe un producto o un servicio interesante. Emplea el pensamiento fuera de la caja, maximiza tu creatividad, haz lluvia de ideas y analiza las tendencias emergentes para identificar oportunidades no explotadas. No descartes nada, ni siquiera las ideas “locas”.
Estudia la viabilidad: evalúa la viabilidad de las ideas que han ido surgiendo. Considera factores como las tecnologías necesarias, los costes de desarrollo, las posibles barreras de entrada al mercado o las soluciones y competidores a los que debes hacer frente (aunque sea de forma indirecta).
Detecta los clientes potenciales: debes tratar de encontrar y entender las necesidades de los clientes potenciales en ese nuevo mercado. Esto implica realizar estudios de mercado, encuestas y entrevistas para obtener información valiosa sobre sus preferencias y problemas no resueltos. Busca clientes insatisfechos, con inquietudes, que desean mejorar, etc.
Busca una solución innovadora y disruptiva: no solo debes dar con una solución innovadora y disruptiva, sino que también debe ser funcional, sencilla y capaz de resolver las necesidades identificadas o lo suficientemente atractiva para generar una nueva necesidad. Esta es la parte más complicada y determinante, dado que de ello depende toda la estrategia.
Desarrolla un producto mínimo viable (MVP): si has tenido la suerte de dar con una idea que cumpla con los requisitos anteriores, es hora de desarrollar un Producto Mínimo Viable (MVP) que permita probar la idea en el mercado real sin realizar una gran inversión inicial. Construye un MVP que incluya las funcionalidades básicas y que permita entender fácilmente el concepto.
Haz un test: prueba el MVP con un grupo de usuarios variado para obtener retroalimentación e identificar posibles mejoras. Realiza ajustes según los comentarios recibidos y repite el proceso hasta que el producto cumpla con las expectativas del mercado.
Mantén una mentalidad de mejora continua: a medida que avances con el desarrollo del producto, mantén una mentalidad de mejora continua. Escucha a tus clientes, adapta el producto a sus necesidades y sigue innovando para mantener tu ventaja competitiva en el mercado.
Competencia intensa, erosión de precios, fatiga del consumidor, marketing agresivo… Esto son solo algunas de las consecuencias a las que las empresas tienen que hacer frente en un mercado tan sobresaturado como el actual. Crear una nueva vía de negocio y hacerlo destacar entre tanta competencia y dificultades resulta cada vez más complicado. Asimismo, el tiempo y los recursos que hay que invertir son elevados.
En este sentido, estrategias como la del océano azul, que priorizan la creatividad, innovación y diferenciación por encima de cualquier cosa, son una buena alternativa para aquellas empresas que buscan escapar de la competencia feroz y establecerse en mercados completamente nuevos. Si bien requieren de un gran esfuerzo, las ventajas que se pueden obtener en términos de rentabilidad o visibilidad y relevancia de marca son mucho mayores a largo plazo.
No obstante, más allá de la inversión económica, mantener una actitud de aprendizaje constante es, probablemente, la clave para descubrir esos océanos azules que pueden llevar a una empresa al éxito.
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Fernández, Rosa. (24 de enero de 2022). Investigación y desarrollo (I+D): empresas tecnológicas con mayor inversión en 2022. Statista. https://es.statista.com/estadisticas/647757/ranking-mundial-de-las-empresas-tecnologicas-con-mayor-inversion-en-i-d/
Ranchal, Juan. (10 de enero de 2023). La presentación del iPhone 1, la revolución de la movilidad y la mina de oro de Apple. MuyComputer. https://www.muycomputer.com/2023/01/10/la-presentacion-del-iphone-1-la-revolucion-de-la-movilidad-y-la-mina-de-oro-de-apple/
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