¿Sabías que el Día Mundial de la Informática, que se celebra el 9 de diciembre, fue escogido en honor a Grace Hooper, desarrolladora del primer compilador y precursora del lenguaje de programación universal COBOL?
Lo cierto es que las mujeres han sido cruciales en la historia de la informática. Sin ir más lejos, el siglo pasado dejaron un legado imborrable en una disciplina que, a diferencia de lo que sucede en la actualidad, estuvo dominada por el género femenino.
Como hemos mencionado, el Día Mundial de la Informática conmemora su día de nacimiento, el 9 de diciembre de 1906.
Grace Murray Hopper, conocida como “Amazing Grace”, fue una científica matemática y militar en el ejército estadounidense. Está considerada como la precursora de COBOL (1959-1961), un lenguaje de programación universal e inédito en la época que podía ser utilizado por cualquier ordenador. Además, desarrolló el primer compilador (1952) y el FLOW-MATIC (1957), el primer lenguaje de programación que utiliza comandos similares al inglés.
"Nuestra visión era que todos los estudiantes del campus debían tener acceso a un ordenador, y cualquier miembro del profesorado debía poder utilizar un ordenador en el aula siempre que fuera apropiado. Era tan sencillo como eso."
Mary Kenneth Keller
Si bien esta frase podría ser de rigurosa actualidad, lo cierto es que la pronunció Mary Kenneth Keller (1913-1985). Esta mujer informática, nacida en Cleveland, Ohio, fue la primera doctora en Informática de los EE.UU. y ostentó el cargo de directora del Departamento de Informática de la Universidad Clark.
Ha pasado a la historia por formar parte del equipo que ayudó al desarrollo del lenguaje de programación BASIC (Beginner 's All-purpose Symbolic Instruction Code), junto a John G. Kemeny y Thomas E. Kurtz. Además, fue pionera en la defensa del uso del ordenador y del software como herramienta en la docencia, así como predijo la importancia que tendrían las computadoras en las bibliotecas.
Joan Clarke (Londres, Reino Unido) formó parte del grupo de científicos británicos, liderados por Alan Turing, que descifró la máquina Enigma, la base de todas las comunicaciones nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Se trata de una colaboración que no se desveló hasta 1971 y que ayudó a reducir la duración de la guerra entre dos y cuatro años, salvando miles de vidas, gracias al descifrado de más de 84.000 mensajes alemanes al mes.
La historia de esta criptoanalista aparece reflejada en la película The Imitation Game, de Morten Tyldum.
Nacida en el Bronx, Nueva York (EE.UU.), Evelyn Berezin creó en 1953 lo que ahora se considera como el primer ordenador de oficina. Sin embargo, esta mujer informática siempre será recordada por idear en 1968 un procesador de texto para simplificar el trabajo de oficina. De hecho, un año después, fundó la primera empresa que desarrollaba procesadores de texto: Redactron Corporation.
Margaret Hamilton, de Paoli, Indiana (EE.UU.), acuñó el término “Ingeniería de Software” y desarrolló el software de navegación para el Programa Espacial Apolo, cuyo código permitió al ser humano llegar a la Luna en 1969. Asimismo, fue la encargada de desarrollar el software para el primer ordenador AN/FSQ-7, el cual buscaba aviones “no amigos” en el espacio aéreo norteamericano.
Además, Margaret fundó la empresa responsable de desarrollar el lenguaje universal de sistemas (USL, de las siglas en inglés de Universal Systems Language) basada en su paradigma de "desarrollo antes del hecho" (DBTF, del inglés Development Before the Fact) para sistemas de diseño de software.
Top Secret Rosies es el nombre con el que se conoce a un grupo compuesto por seis mujeres: Betty Snyder Holberton, Jean Jennings Bartik, Kathleen McNulty Mauchly Antonelli, Marlyn Wescoff Meltzer, Ruth Lichterman Teitelbaum y Frances Bilas Spence.
En 1942, programaron uno de los primeros computadores: el ENIAC (del inglés, Electronic Numerical Integrator And Computer). Gracias a este mismo, fue posible calcular a gran escala el alcance de los proyectiles usados en la guerra tras el ataque de Pearl Harbour. Fue capaz de hacer 5.000 sumas y 300 multiplicaciones en un segundo.
La mayoría de los usuarios creen que las ventanas que se abren en los ordenadores y los iconos que vemos a diario en las pantallas son fruto de Steve Jobs. Sin embargo, la pionera de esta solución que hizo accesible la informática a millones de personas es una mujer informática: Adele Goldberg.
Adele nació en Cleveland, Ohio (EE.UU.), y fue la precursora en la programación orientada a objetos dinámicos y en la interfaz gráfica de usuario (ventanas, iconos menús, punteros, etc.), que Steve Jobs incorporó al escritorio de Macintosh.
Nacida en Palo Alto, California (EE.UU.), esta mujer informática e ingeniera es conocida por ser, junto a Joyce Weisbecker, una de las primeras diseñadoras de videojuegos profesionales.
Carol Shaw trabajó para Atari y Activision, dos empresas míticas del sector de los videojuegos, desarrollando 3D Tic-Tac-Toe, Raid Game y Polo, entre otros. Ella se encargó, como era habitual en la época, de todo el proceso creativo del videojuego: el diseño, la programación, los gráficos y el sonido.
Este recopilatorio deja muchos nombres de mujeres informáticas que han tenido y siguen jugando un papel crucial en la informática. Por ejemplo, este es el caso de Hedy Lamarr, la actriz que inventó el wifi; Rose Dieng, especialista en Inteligencia Artificial, gestión del conocimiento y web semántica; o Frances Allen, la primera mujer en ganar el premio Turing y pionera en la optimización de compiladores y computación de alto rendimiento.
Y es que tener presentes a estas mujeres informáticas es fundamental para, además de conocer su aportación social, promocionar referentes femeninas en este campo. Sobre todo es clave, cuando, a pesar del legado que las mujeres han dejado a lo largo de la historia de la informática, cada vez son menos las que estudian esta especialidad.
Y es que, en la actualidad, hay una escasa presencia femenina en profesiones tecnológicas. En este sentido, el informe Women in Digital Scoreboard de la Comisión Europea apunta a que la representación femenina en estas áreas a día de hoy es del 19% cuando a mediados de la década de los 80 del siglo pasado era de casi un 40%. De hecho, ellas eran las que dominaban el software.
Teniendo en cuenta estos datos, es imprescindible romper esta brecha de género e incentivar la vuelta de las mujeres al ámbito de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC). Sin ir más lejos, de acuerdo con otros datos de la Comisión Europea, la incorporación de más mujeres en empleos digitales tendría un beneficio para la economía de hasta unos 16 billones de euros anuales para el PIB conjunto de la Unión Europea.
La realidad es que los puestos de trabajo en este ámbito existen. De hecho, muchos de ellos se quedan sin cubrir por la falta de competencias tecnológicas y digitales. Por ejemplo, en España, la Fundación VASS calcula que unas 7.000 posiciones del sector de servicios TIC se quedaron “vacías” en 2021, mientras que la Comisión Europea augura que hasta el año 2030 será necesario cubrir más de 1,6 millones de puestos de trabajo con profesionales procedentes de las denominadas especialidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). De ahí la importancia de formarse de manera continua con el fin de adquirir las competencias necesarias para adaptarse a los trabajos del futuro.
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