Según el Lean Enterprise Research Centre, solo el 5% de las actividades empresariales generan un valor auténtico, mientras que el 60% no aportan nada y el 35% restante, aunque tampoco son valiosas, son necesarias. Ante esta necesidad de mejorar la experiencia del cliente y proporcionar productos y servicios de mayor calidad, surge la metodología Lean, una corriente de gestión empresarial basada en la idea de que menos es más.
Si quieres saber en qué consiste la metodología de Lean Management, por qué y cómo debes aplicarla en tu negocio, te lo explicamos.
El modelo de Lean Management tiene como fin responder a los cambios del mercado y satisfacer las demandas del consumidor utilizando el mínimo de recursos posibles. Como señala Lluís Cuatrecasas Arbós en Lean management, consiste en “llevar a cabo aquello y solo aquello que es preciso para entregar al cliente lo que este desea exactamente, en la cantidad que desea y justo cuando lo desea a un precio competitivo”. Es decir, la filosofía de este tipo de gestión es lograr hacer más con menos tiempo, espacio, esfuerzo humano, maquinaria, materiales, entre otros.
Este método fue impulsado por primera vez en el ámbito industrial por los ingenieros Taiichi Ohno, Eiyy Toyoda y Shigeo Shingo en Toyota, en la década de los 70 del siglo pasado, aunque sus orígenes se remontan al sistema fordista. De hecho, ya en 1920, Henry Ford sostenía que “todo lo que no añade valor es un desperdicio”.
En una empresa, existen seis factores que obstaculizan la eficiencia de una empresa:
A través de la metodología Lean, se hace frente a estos obstáculos, por ejemplo, reduciendo los inventarios y eliminando aquellos procesos superfluos, para mejorar la eficiencia de la empresa. Por esta razón, la metodología Lean ofrece algunos beneficios como:
A partir de este modelo de gestión, Eric Ries publicó The Lean Startup, un libro en el que establece los pasos a seguir para poner en marcha un proyecto empresarial en el menor tiempo y coste posible:
En primer lugar, debes identificar los aspectos clave de tu negocio, desde la misión, la visión y los valores de la empresa hasta el público objetivo y la propuesta de valor, es decir, las necesidades o problemas que tu producto o servicio va a solucionar.
Tras haber realizado esta previsión, la siguiente etapa consiste en confirmar que estás en lo cierto. ¿Cómo? Es recomendable que impulses un Producto Mínimo Viable (MVP) con el que comenzar a sondear el mercado y que, en un inicio, lo pruebes con los llamados early adopters: esos consumidores que estarían más predispuestos a probar cosas nuevas en tu sector de actividad.
Tras este análisis, hay que evaluar los resultados, y comprobar hasta qué punto tus hipótesis eran ciertas. Para ello, necesitas definir los KPIs con los que se valorará el grado de éxito o fracaso de tus objetivos.
Si resulta que la intuición te falló respecto al comportamiento del consumidor, no te rindas. Toda esta información te ayudará a realizar los ajustes y cambios que sean necesarios para adaptar tu producto o servicio a lo que realmente estaría dispuesto a comprar tu target.
No hay procedimiento útil sin una fase de seguimiento. Es decir, la metodología Lean es cíclica, por lo que debes seguir repitiendo los pasos para conseguir una mejora continua.
Como puedes ver, la metodología Lean es una herramienta útil para ajustar tu negocio a lo que realmente buscan tus clientes, y se puede aplicar desde el inicio de un proyecto para emprender con éxito y crear un modelo de negocio sólido y rentable.
¿Quieres desarrollar competencias profesionales que te permitan mejorar tu empleabilidad? Descubre Santander Open Academy, el espacio formativo que necesitas para seguir creciendo.
Únete a nuestra plataforma global de aprendizaje y desarrollo profesional y accede a cursos subvencionados al 100%, contenido formativo en un montón de formatos y becas de universidades e instituciones líderes.
Si como nosotros, crees que nunca hay que dejar de aprender, entra aquí y regístrate. ¡Descubre lo que tenemos para ti!