Según el estudio Datos de teletrabajo 2022, del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), el teletrabajo ha descendido del 13,6% al 12,5% en el último año, aunque se mantiene en una cifra que era inimaginable en la época previa a la pandemia por la Covid-19. Estamos ante un nuevo paradigma profesional que va más allá de las nuevas modalidades profesionales, como el teletrabajo, y que está propiciando también una evolución en cuanto a las habilidades más demandadas en el mercado laboral.
En este escenario de cambio, el aprendizaje se ha convertido en el principal impulsor de la empleabilidad, una situación que ha sabido aprovechar muy bien un nuevo perfil profesional: el knowmad.
Pero, ¿sabes cuáles son las características distintivas de un knowmad? En este artículo, te contamos cómo este agente clave de la innovación y la adaptabilidad está transformando la forma en la que se trabaja y se gestiona el talento en la era digital.
Lo cierto es que el vocablo en sí ya determina por completo su significado. Este anglicismo, compuesto por los conceptos know (“conocer”) y nomad (“nómada”), fue acuñado en el año 2011 por el analista financiero John Moravec, experto en educación y empleo. De esta manera, los knowmads son los nómadas del conocimiento, profesionales sedientos de aprendizaje, con el fin de mejorar y mantenerse constantemente actualizados.
Como no podría ser de otro modo, este perfil está más en boga que nunca en el contexto actual. Pero, ¿se trata de empleados a distancia, de autónomos o de trabajar sin un lugar fijo? En realidad, hablamos de un profesional sin límites ni barreras en el aprendizaje, lo que le permite moverse como pez en el agua en el mercado laboral.
Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que, en muchos entornos, ya han bautizado este perfil como el “trabajador del futuro”. Y es que ser knowmad no tiene que ver con el sexo, la ubicación o la edad de una persona, sino que es un fenómeno intergeneracional basado principalmente en la ambición por formarse.
Más allá de la formación constante y el propio interés por aprender, el knowmad cuenta con otras características muy particulares que, combinadas, definen a este tipo de profesionales. Nos referimos a rasgos de la personalidad y habilidades blandas, así como algunas hard skills, que te resultarán imprescindibles si pretendes convertirte en un nómada del conocimiento.
El knowmad es capaz de encajar en múltiples entornos laborales, y no solo por la variedad en sus campos de formación. Este perfil tiende a mostrar un carácter adaptable, flexible y versátil, virtudes altamente demandadas en la actualidad. Se trata de un profesional todoterreno capaz de afrontar distintas tareas, incluso en ámbitos muy diversos.
La principal explicación para la anterior habilidad reside en la autonomía que presentan los nómadas del conocimiento. En este sentido, el aprendizaje continuo, llevado a cabo de manera autónoma, no implica exclusivamente la obtención de conocimientos y hard skills, sino que también conlleva un crecimiento personal que es el origen de muchas cualidades personales.
¿En cuántas ofertas de empleo se cita el trabajo en equipo como requisito imprescindible? Este es el modo de trabajo más habitual en la mayoría de organizaciones, y es algo que el knowmad tiene en su ADN.
Si bien es una característica que es parte de la personalidad, también se obtiene a través de la formación, donde la colaboración facilita el aprendizaje.
Del mismo modo que la colaboración y el trabajo en equipo son parte esencial de la personalidad del knowmad, también lo es el gusto por compartir sus conocimientos. Por lo general, ponen en marcha canales de difusión a través de distintas plataformas, lo que resulta relativamente sencillo en el contexto digital actual para una persona creativa que, además, domina las tecnologías.
Esta es, quizá, una de las pocas habilidades duras que se presupone a un knowmad. Es decir, aunque este perfil profesional adquiere un sinfín de conocimientos a través de la formación, el dominio de las nuevas tecnologías es la habilidad más imprescindible y que todos comparten.
La creatividad forma parte del día a día de los nómadas del conocimiento, y gran parte de sus trabajos parten de esta característica. Sin embargo, no nos referimos únicamente a la creación artística, sino a la capacidad de aportar ideas de forma constante, ya que se trata de un perfil muy imaginativo y resolutivo frente a problemas e imprevistos.
El miedo al fracaso suele generar barreras, ya que, en muchas ocasiones, paraliza a quienes lo sufren a la hora de crear, emprender o desarrollarse profesionalmente. Los knowmads tienden a ver el error como una oportunidad de aprendizaje, por lo que se responsabilizan de él y lo enfrentan por sí mismos. Y es que, si hay algo que los denominados trabajadores del futuro detestan, esto es depender de otras personas.
Puede que esto resulte difícil de comprender, pero el nómada del conocimiento ve el trabajo de un modo distinto. Por supuesto que obtiene ganancias, pero no percibe el empleo únicamente en este plano. Su visión es mucho más amplia, lo que le permite encontrar la realización personal en el crecimiento académico e intelectual. Para ello, pone el foco en los conocimientos y las habilidades que le satisfacen.
Por lo general, los knowmads son personas inquietas y curiosas, lo que inevitablemente les dirige hacia este modo de pensar y de actuar. De hecho, estas cualidades no dejan de ser los principales alicientes para mantener la formación continua por placer y seguir creciendo en el plano intelectual.
La proliferación de los nómadas del conocimiento supone, definitivamente, un nuevo paradigma de formación y empleo que, hasta hace unas décadas, resultaba inimaginable, fundamentalmente por el papel que ejerce la tecnología en el mercado profesional actual. No obstante, este modo de vida cada vez se extiende más y presumiblemente será algo completamente normalizado en los próximos años.
La principal ventaja del estilo de vida knowmad reside en el ámbito profesional, donde este perfil encuentra mayores facilidades a la hora de encontrar un empleo. Al mismo tiempo, su carácter abierto le facilita mantener una vida social más enriquecedora y su curiosidad le permitirá atesorar más conocimientos que la media.
Como puedes ver, se trata de beneficios perfectamente aplicables a la vida en general y no solo al plano intelectual o profesional. Y es que algunas de sus características, como la flexibilidad o el hecho de no temer el fracaso, les permiten alcanzar el equilibrio perfecto entre lo personal y lo laboral.
Además de los beneficios, los nómadas del conocimiento también encuentran ciertos retos en su modo de vida. La gestión del tiempo es esencial en sus circunstancias, ya que suelen atender diversos proyectos al mismo tiempo. Asimismo, puede resultarles algo complicado encontrar una estabilidad, debido al crecimiento constante de sus intereses y ambiciones profesionales.
Por otra parte, su necesidad de aprendizaje constante ―lo que tenemos como su característica principal y una de sus virtudes más relevantes― puede suponer al mismo tiempo un desafío. No siempre es posible encontrar los recursos adecuados para según qué formaciones o simplemente acceder a ellas. De todos modos, es evidente que un knowmad nunca se rendiría ante estos obstáculos.
Las características y habilidades que presentan los nómadas del conocimiento, como la adaptabilidad, la creatividad y el trabajo en equipo, resultan fundamentales y se antojan determinantes en la empleabilidad de cualquier profesional. Por ello, la incorporación de los knowmads en el tejido empresarial no solo beneficia a las organizaciones, sino que también impulsa la evolución y el crecimiento personal de los profesionales
Y es que un knowmad es consciente de la importancia de aprender, mejorar y seguir actualizado en la actualidad, donde los cambios son constantes en todos los ámbitos a causa del avance de las nuevas tecnologías.
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