Inteligencia colectiva: qué es y cómo desarrollarla

Decía el etólogo Karl Von Frisch: “La hormiga es un animal colectivamente inteligente e individualmente estúpido; el hombre, todo lo contrario”. Es decir, este insecto es capaz de lograr proezas gracias a su inteligencia colectiva. Solo hay que ver la complejidad de sus hormigueros. Sin embargo, por sí solo, no conseguiría comer, reproducirse o encontrar su nido. 

En cambio, el ser humano tradicionalmente ha evidenciado una clara tendencia hacia el individualismo. Ahora bien, la mayor conexión que está generando la actual sociedad hace necesaria una reflexión sobre la eficiencia personal versus la grupal. Y es que, en la era de la revolución tecnológica, donde todo está hiperconectado, la simbiosis se impone al egocentrismo.  

De hecho, las investigaciones científicas evidencian que la unión de fuerzas da lugar a mejores resultados por encima de la mera suma de las partes implicadas. Por ejemplo, ¿sabías que las compañías que presentan equipos diversos pueden incrementar sus datos financieros en un 30%, según el Estudio sobre diversidad e inclusión 2022 de Michael Page? De ahí que la inteligencia colectiva se esté convirtiendo en una nueva asignatura obligada para profesionales y empresas. 

¿Qué es la inteligencia colectiva? 

Aunque te pueda parecer un concepto nuevo, lo cierto es que la inteligencia colectiva es algo antiguo. Por ejemplo, Aristóteles, en la antigua Grecia, ya hablaba en su obra Política de que la aportación de muchas personas daba mejores resultados en la toma de decisiones. No obstante, es con la revolución tecnológica actual cuando esta idea cobra máximo protagonismo, debido precisamente a esa férrea interacción que propicia internet entre grupos de personas y sistemas. 

De este modo, Pierre Lévy, el responsable de la expansión del término “inteligencia colectiva”, la describe como “una forma de inteligencia distribuida universalmente, constantemente mejorada, coordinada en tiempo real y que resulta en la movilización efectiva de habilidades”. Mientras, Thomas W. Malone, autor de Handbook of Collective Intelligence y fundador del MIT Center for Collective Intelligence, se refiere a este mismo concepto como “grupos de individuos que actúan colectivamente de maneras que parecen inteligentes”.

Se trata, en definitiva, de combinar las capacidades, conocimientos, puntos de vista y habilidades de varias personas para conseguir soluciones más enriquecedoras. En lugar de depender únicamente de una sola persona o experto, la inteligencia colectiva aboga por la colaboración y participación activa de múltiples individuos para lograr resultados más efectivos. Es decir, es un nuevo paradigma que hace un cambio de mentalidad del “Yo” al “Nosotros” basado en el principio de la mayor eficacia de la “sabiduría de la multitud”, término acuñado por James Surowiecki en su libro Wisdom of Crowds.

Ejemplos de aplicaciones de la inteligencia colectiva

Aunque pueda parecer algo abstracto, seguro que, si escuchas algunos ejemplos de inteligencia colectiva, te sentirás muy familiarizado con el concepto. Wikipedia, sin ir más lejos, utiliza esta filosofía para desarrollar contenidos, ya que aprovecha los conocimientos de todo el mundo para ir creando, corrigiendo y ampliando sus entradas. 

¿Y qué te parece Eyewire? Se trata de un juego en línea que permite a los científicos obtener datos sobre las conexiones neuronales mientras los jugadores resuelven los rompecabezas propuestos. En Informática, por ejemplo, los programas de código abierto son también muestras de esta inteligencia grupal, debido a que los softwares se van ajustando y desarrollando con la participación de expertos de todo el mundo. También lo son las redes sociales, donde los miles de millones de datos que aportan los usuarios durante su navegación permiten crear perfiles y predicciones altamente fiables sobre su comportamiento como consumidor. 

Por otro lado, ¿alguna vez has participado en una sesión de brainstorming? La técnica de la lluvia de ideas es otra aplicación práctica de la inteligencia colectiva más enfocada al ámbito empresarial. Lo mismo que el crowdsourcing; ese proceso de externalizar tareas a una amplia comunidad de profesionales en lugar de hacerlo internamente. 

Como ves, las posibilidades de la inteligencia colectiva son tantas como situaciones en las que haya más de una persona implicada. 

¿Qué beneficios aporta la inteligencia colectiva?

La clave del auge de la inteligencia colectiva radica en que podrás maximizar el potencial humano y lograr resultados más sólidos, creativos y efectivos al permitir que las habilidades y los conocimientos individuales se combinen y se aprovechen de manera colaborativa. No es de extrañar que el 78% de las compañías considere la colaboración como un aspecto esencial en el éxito empresarial, y que siete de cada diez organizaciones tengan planificado un aumento de la inversión en software social y comunicaciones grupales, según un estudio de IBM de 2021.

Ten en cuenta que la inteligencia colectiva engloba los conocimientos y las capacidades de todos los integrantes del grupo, lo que da lugar a ideas más innovadoras. Como consecuencia, el resultado global será superior a la suma de los resultados individuales. ¿Por qué, si no, hay equipos que, sobre el papel, deberían arrollar al rival por la calidad de sus integrantes en el plano individual y, sin embargo, no es raro ver sus derrotas ante formaciones más cohesionadas en el plano grupal? 

Junto a esto, dado que cada integrante aportará habilidades complementarias y contará con información diferente, la toma de decisiones será informada y acertada, así como será más rápida y fácil la resolución de problemas complejos. Además, esta suma de mentes permite confrontar diferentes puntos de vista, reduciendo los sesgos cognitivos y aumentando la satisfacción de los miembros del equipo, ya que se sienten empoderados y parte activa del proceso, sin olvidar las relaciones de confianza que se generan en el ámbito interpersonal. 

No obstante, para que los beneficios sean reales, hay que conocer y evitar también los riesgos que plantea la inteligencia colectiva. En este sentido, este trabajo conjunto puede provocar que los miembros del equipo tiendan a ajustarse a las opiniones e ideas de la mayoría. No olvides que no siempre la mayoría va a aportar la solución más acertada. Además, es importante tener en cuenta la diversidad real que presenta el grupo, así como el grado de participación de los integrantes, ya que, en ocasiones, determinadas personas acaparan las aportaciones, mientras otras permanecen calladas. Como señala Levy en su libro Inteligencia Colectiva. Por una antropología del ciberespacio, esa sinergia busca el reconocimiento y el enriquecimiento mutuo, no el culto de comunidades fetichizadas que dan lugar a totalitarismos. 

¿Cómo desarrollar la Inteligencia Colectiva?

Es por esto que, para que puedas alcanzar el máximo potencial de la inteligencia de grupo o colaborativa, es recomendable tener en cuenta las siguientes pautas a la hora de ponerla en práctica:

• Crea un entorno colaborativo. Fomenta un entorno, físico o virtual, en el que se valore y se promueva la colaboración en un ambiente de respeto y confianza. Se trata de que las personas puedan reunirse, intercambiar ideas y trabajar juntas en proyectos comunes.
• Impulsa la diversidad. Procura que los grupos de trabajo sean heterogéneos. La diversidad, en términos de habilidades, conocimientos, antecedentes y perspectivas, es esencial para enriquecer el proceso de colaboración y generación de ideas. 
• Propicia la comunicación. Otro aspecto importante es que existan canales de comunicación efectivos que permitan el intercambio de información y el debate entre los miembros del grupo. Asimismo, no olvides garantizar una participación igualitaria durante este proceso, asegurándote de que todas las personas estén integradas. 
• Establece sistemas de toma de decisiones. Para que el proceso deliberativo no se perpetúe eternamente, es necesario establecer los métodos que se van a utilizar para adoptar decisiones. 
• Reconoce las aportaciones del grupo. Por último, valora las contribuciones que se hagan tanto en el plano individual como grupal a través de alabanzas públicas, premios o incentivos tangibles. El reconocimiento fomentará la motivación y el compromiso de los miembros del grupo.

Siguiendo estos consejos, lograrás sacar el máximo partido a la inteligencia colectiva. Eso sí, que esta identidad de grupo no te haga infravalorar la importancia que tienen las contribuciones individuales en los resultados grupales. Por ello, para ayudar al progreso de las personas, superar los desafíos que presenta la cuarta revolución industrial y crecer de manera inclusiva y sostenible, Banco Santander apuesta por tres conceptos clave para impulsar la empleabilidad: el aprendizaje continuo, el reciclaje profesional y la capacitación adicional. Con este fin, cuenta con el portal de Santander Open Academy, un programa global, único y pionero.

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