Innovación social: un camino hacia el desarrollo sostenible

¿Sabías que los poco más de 2.153 millonarios del mundo tienen más riqueza que 4.600 millones de personas? A estos datos publicados por Oxfam se suman otros como, por ejemplo, que al menos 67.000 mujeres al año mueren como consecuencia de la ablación femenina o asesinadas por sus actuales o anteriores parejas y que, a partir de 2030, cada año, 230.000 personas podrían perder la vida en países pobres a causa de la crisis climática. 

Las desigualdades no son abstracciones, sino evidencias de una realidad que resulta devastadora para gran parte de la población mundial. Por eso, las iniciativas para reducir sus consecuencias se vuelven cada vez más urgentes. En este sentido, una de las herramientas disponibles para hacer frente a este tipo de situaciones es la innovación social, que se ha convertido en una respuesta viable a los múltiples desafíos de desarrollo que presenta la sociedad actual. 

¿Qué es la innovación social?

La innovación social consiste en un conjunto de estrategias que se orientan a generar ideas y proyectos para enfrentar problemas estructurales, como la pobreza, la discriminación, la violencia de género o el cambio climático. Por ello, cada vez más organizaciones, empresas y gobiernos apuestan por la innovación social como una herramienta para generar cambios que contribuyan al desarrollo sostenible.

Según la definición de Stanford Graduate School of Business, la innovación social es “una solución nueva a un problema social, aunque más efectiva, eficiente, sustentable o justa que la solución actual, cuyo valor agregado aporta principalmente a la sociedad como un todo en lugar de únicamente a los individuos”.

Si bien es un concepto que es relativamente reciente y no existe consenso en torno a su definición, la mayoría coincide en que se trata de la búsqueda de soluciones a un problema que se inicia con una necesidad insatisfecha y que da lugar a una forma colaborativa de enfrentar los desafíos de desarrollo sostenible de la sociedad actual.

Asimismo, es una iniciativa que no resulta exclusiva de ningún sector, sino que puede provenir tanto de los organismos públicos o privados como de un individuo o del mundo académico y comunitario. Solo hace falta la capacidad de pensar ideas diferentes y la actitud para llevarlas a cabo.

Qué promueve la innovación social

La innovación social promueve el bienestar general de la sociedad a través de proyectos multidimensionales que buscan dar respuesta a problemas estructurales. Las propuestas de este tipo adquieren una situación que puede ser local o global y crean respuestas que benefician a una determinada comunidad, contemplando su relación con el entorno social y ambiental. Este es el motivo por el que quien se beneficia en mayor medida es un grupo de individuos en particular, pero también el conjunto de la sociedad. 

Para que un proyecto, un producto, un servicio, una organización o un movimiento social sea considerado de innovación social, este mismo tiene que presentar las siguientes características:

• Transversal: las soluciones implican aspectos medioambientales, económicos, éticos o culturales.
• Trascendente: porque este supone la superación del presente para mejorar la situación del futuro.
• Sostenible: debe ofrecer soluciones que, al aplicarse de manera paulatina, lleven a resolver problemas de fondo y a largo plazo. Además, debe contemplar el cuidado del medio ambiente y el uso de recursos renovables.
• Escalable y replicable: cualquier solución que se proponga debe poder ser imitada en otro lugar y extender esas buenas prácticas.

Respaldado por una base social: los proyectos requieren del compromiso de todas las partes, tanto del conjunto de las personas que lo idean como de quienes lo llevan a cabo.

Ejemplos de proyectos para la innovación social

Los proyectos de innovación social pueden ser de diversa índole, pero siempre apuntan a mejorar la calidad de vida del conjunto de la sociedad. Un ejemplo de ello es la tarea de Open Green Map, una iniciativa de mapeo abierto que permite que personas de todo el mundo compartan información local sobre sitios sostenibles. Su finalidad es difundir entre todos un mapa con parques naturales, reservas, zonas recreativas e iniciativas respetuosas con el medio ambiente.

Y es que la innovación social también se utiliza en proyectos que causan un gran impacto ambiental, como es el caso de Weatherizers Without Borders. Es una ONG que se encarga de formar auditores para analizar el consumo, la seguridad y la eficiencia de los sistemas de energía con la esperanza de ayudar a “enfriar” el planeta.

También, pueden ser emprendimientos de triple impacto, como Xinca, una marca de calzado ecológico creada por tres emprendedores que se propusieron “hacer negocios de una forma diferente, con compromiso social y ambiental”. Bajo el lema “nuestras zapatillas son basura y estamos orgullosos”, han desarrollado un producto de consumo consciente: está elaborado con materiales reciclados y confeccionado por personas vulnerables, lo cual les ofrece una capacitación y la posibilidad de reinsertarse socialmente.

Por otro lado, existen propuestas como la de Haus App, que consiste en una aplicación móvil con el objetivo de promover los lazos comunitarios. A través de ella, es posible enviar alertas a vecinos ante algún problema o difundir eventos, noticias e invitaciones.

Conviértete en un innovador social

Cada vez son más las organizaciones, las empresas y los emprendedores que apuestan por soluciones que no solo generen un producto o servicio, sino que también supongan una aportación a la sociedad actual. De esta manera, hay más proyectos que se encaran desde perspectivas interdisciplinarias. 

Algunos, como los de economía social, ponen el énfasis en el bienestar de los trabajadores y el comercio justo, a la vez que contemplan el posible impacto ambiental. Otros, se enfocan en proporcionar soluciones sencillas que resuelvan un problema de una comunidad de forma sostenible. Y es que las posibilidades son tan variadas como lo es la creatividad humana.

Sin embargo, para generar un impacto positivo en tu comunidad o incentivar este tipo de proyectos desde una empresa, es importante que cuentes con la preparación y las habilidades necesarias. 

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