Crees que tienes un buen nivel de inglés. De hecho, así consta en tu currículum e, incluso, dispones de un título que lo acredita. Sin embargo, cuando te para un turista en la calle y te hace una pregunta en inglés, empiezas a balbucear y parece que eres incapaz de comunicarte. ¡Necesitas una inmersión lingüística en inglés!
Una cosa es la teoría y otra la práctica, ¿verdad? Muchas veces, el aprendizaje de un idioma se hace desde un enfoque solo académico. Incluso en las clases, el ritmo y pronunciación de los ejercicios de speaking o listening están adaptados al estudiante, y poco tienen que ver con cómo la gente habla en la calle. Por eso, en muchas ocasiones, hasta que no te enfrentas a situaciones de la “vida real”, no te das cuenta de que puedes mejorar tus competencias.
Por ejemplo, en las entrevistas de trabajo en inglés, nueve de cada diez profesionales superan con éxito las pruebas gramaticales de nivel alto. En cambio, solo el 35% demuestra las mismas destrezas en las pruebas orales, de acuerdo con RRHH Press. De hecho, según el Índice EF de nivel de inglés 2023, los países hispanohablantes presentan una puntuación en inglés que se sitúa entre baja y moderada. Por suerte, esto tiene solución: una inmersión lingüística en inglés. Esta experiencia te ayudará a conseguir un auténtico dominio de la lengua y a ganar otras habilidades muy valoradas.
La inmersión lingüística en inglés es un enfoque educativo que consiste en sumergirse en un contexto donde el idioma se utiliza de manera constante y natural. Esta metodología conecta con la idea de ‘Learning by doing’ desarrollada por el pedagogo John Dewey. Según esta teoría, si quieres aprender inglés, la mejor forma es ir más allá de las aulas tradicionales y practicarlo en un entorno real.
Para lograr este propósito, esta técnica proporciona al estudiante un contacto directo con el idioma a través de interacciones cotidianas con personas angloparlantes. Como consecuencia, aporta una experiencia de aprendizaje auténtica y eficaz, ya que te expone al idioma de manera intensiva y práctica. Además, los programas de inmersión lingüística suelen ir reforzados con clases impartidas por profesores nativos. De este modo, se fomenta un conocimiento integral donde se combina la adquisición de conocimientos gramaticales y vocabulario con el desarrollo eficaz de habilidades de comunicación y una mayor comprensión cultural.
Según el Cono del Aprendizaje de Edgar Dale, la mejor forma de adquirir cualquier habilidad es poniéndola en práctica, y el proceso para dominar un idioma no es diferente. A continuación, te presentamos las principales ventajas de optar por una inmersión lingüística en inglés:
En una inmersión lingüística en inglés vas a estar expuesto de forma constante y diaria a este idioma. Pero va más allá, te enfrentarás a conversaciones reales. De esta forma, podrás aprender expresiones idiomáticas y vocabulario de uso cotidiano. Además, esta experiencia te permitirá interactuar con personas que tienen diferentes acentos. Esta combinación te permitirá mejorar tu comprensión del inglés hablado en cualquier contexto. Por ejemplo, un “How are you?” es correcto, pero ¿sabías que es habitual usar las abreviaturas “Howdy” en Estados Unidos, “Hiya” en Inglaterra o “Ahoy” en Australia?
Otro beneficio de cualquier inmersión lingüística en inglés es que serás capaz de expresarte con mayor fluidez y naturalidad. Al estar expuesto al idioma en tu día a día, te verás en la necesidad de comunicarte en inglés para llevar a cabo tus actividades cotidianas, lo que contribuirá a mejorar tu habilidad conversacional en el idioma. De esta forma, conseguirás perfeccionar las entonaciones, podrás identificar qué sílabas o palabras de la frase es necesario enfatizar, dominarás las abreviaturas. Y, ¿sabes cuál será el resultado? Una comunicación más natural y efectiva.
La inmersión lingüística en inglés es también una excelente oportunidad para adquirir vocabulario nuevo y útil. Y es que no hay nada más eficaz para aprender cómo se dice, por ejemplo, sacacorchos que estar con un grupo de amigos angloparlantes y necesitar uno para abrir una botella. Por cierto, el término es “corkscrew”.
Un idioma es mucho más que palabras. De hecho, todas las lenguas esconden su propia idiosincrasia cultural. El volumen que utilizamos al hablar, las expresiones corporales, la entonación o la velocidad pueden tener connotaciones culturales diferentes según el país. Por eso, una inmersión lingüística en inglés es una oportunidad para comprender en profundidad la cultura angloparlante.
Por ejemplo, puede que estés acostumbrado a recibir peticiones en tu entorno laboral del tipo: “Mándame el informe, por favor”, y que en absoluto te resulte un mensaje grosero o agresivo. Sin embargo, los angloparlantes no son tan directos y prefieren un: “¿Te importaría/podrías/serías tan amable de enviarme el informe, por favor?”. Estos detalles pueden marcar la diferencia.
Además de fortalecer las habilidades idiomáticas, una inmersión lingüística en inglés impulsará tu desarrollo personal. Al tener que desenvolverte en un entorno cultural diferente, fomentarás tu autonomía, madurez y adaptabilidad.
De este modo, al forzarte a salir de tu zona de confort, también expandirás tus habilidades blandas y te abrirás a nuevos códigos culturales, lo que tendrá un impacto positivo en tu confianza.
No olvides las posibilidades de networking profesional y personal. Durante la inmersión lingüística en inglés vas a conocer a numerosas personas, desde estudiantes de diferentes partes del planeta hasta residentes locales. En consecuencia, vas a poder crear conexiones significativas y ampliar tu red de contactos, lo que enriquecerá tanto la experiencia en sí como puede ser una puerta a oportunidades en el futuro.
En un mundo globalizado, el inglés se ha convertido en un “must-have” en el ámbito profesional. De hecho, el 65,17% de las ofertas de empleo publicadas en 2022 requerían este idioma, de acuerdo con el Informe Infoempleo Adecco sobre Oferta y Demanda de Empleo en España. Por este motivo, participar en una inmersión lingüística en inglés te permitirá aumentar tu empleabilidad.
Además, no solo se trata de más oportunidades, sino también de mayor calidad. Según un estudio de la consultora Education First, dominar la lengua inglesa conlleva mejores salarios: los profesionales con inglés tienen un salario promedio un 30% más alto que los no hablantes.
Ahora que ya sabes lo que puede aportarte una inmersión lingüística en inglés, querrás saber cómo aprovechar sus ventajas. Existen diferentes opciones para sumergirte en este idioma:
Incluir destinos angloparlantes en tus viajes. Hacer turismo en el extranjero te ayudará a mejorar tu dominio del idioma.
Buscar empleo en países que hablen inglés, ya sea trabajos temporales de corta duración ―para aprovechar tus vacaciones― o vacantes de largo plazo.
Inscribirte en programas educativos. De esta forma, el contacto directo con la cultura y el idioma se combina con clases personalizadas en las que puedes reforzar y asentar los conocimientos.
En definitiva, el inglés es el idioma más hablado del mundo, con 1.400 millones de angloparlantes más y 50 países donde es una lengua oficial. Por este motivo, ganar fluidez y confianza en esta lengua puede abrirte un mundo de oportunidades, tanto a nivel personal como profesional.
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