Completa esta frase: el gato maúlla, mientras que el perro…. Seguro que has respondido “ladra”, ¿verdad? ¿Y a que no te has parado a pensar si es la tercera persona del presente simple de indicativo o pretérito perfecto del subjuntivo? Esto mismo es lo que vas a conseguir si refuerzas tu inglés práctico: hablar este idioma de una forma natural.
Las metodologías tradicionales se basan en la adquisición de conocimientos teóricos y, si bien esta base contribuye al aprendizaje, especialmente en el campo de la comprensión, no llega a completar el dominio del idioma, sobre todo, en relación con la oratoria. En este sentido, según la Teoría de adquisición de las segundas lenguas del reputado lingüista Stephen Krashen, “una lengua solo se adquiere cuando se entienden los mensajes que se reciben, sin estar a la defensiva; lo que no requiere el uso consciente de reglas gramaticales ni la repetición continua, que puede resultar muy aburrida”.
A pesar de que el inglés se enseña en la educación obligatoria y, por tanto, a día de hoy, se aprende desde niños, en los países hispanohablantes se registra un nivel medio o bajo de inglés, frente al nivel muy alto de otras naciones, como los Países Bajos, Austria o Dinamarca, con sistemas educativos más innovadores, según el Índice EF de nivel de inglés de 2021.
¿Nunca te has sentido defraudado contigo mismo porque, pese a tus años de estudio, no has entendido prácticamente nada cuando has visitado un país de habla anglosajona o cuando has visto una serie en versión original? Esto se produce porque, en las clases que siguen unas metodologías más tradicionales para enseñar inglés, se suelen impartir estructuras formales que, en la práctica, se utilizan poco. De ahí que, pese a disponer un nivel intermedio de inglés, te bloquees cuando tienes que mantener una conversación.
Y esto sucede, incluso, aunque estas conversaciones se basen en escenas cotidianas, ya que igual que tú no saludas a un amigo íntimo con un “Buenos días. Me alegro de verlo”, sino con un “¡Hola!, ¿Qué tal?”, “¿Cómo va la cosa?” o “¿Qué te cuentas?”, en el resto de idiomas ocurre lo mismo. De esta manera, el gramaticalmente perfecto “How are you?” que siempre has estudiado es el "How 's it going?" cuando te enfrentas a esta situación en el mundo real.
Para paliar estas posibles carencias de las metodologías clásicas, en la actualidad, la enseñanza de inglés práctico o conversacional está cogiendo impulso. Su propósito sigue siendo el aprendizaje del idioma, pero centrado en su uso real, ya sea a nivel personal o profesional. Es decir, las iniciativas del inglés práctico se enfocan en tus necesidades; no tratan de que aprendas el inglés como lengua, sino a que aprendas a hablar el idioma de manera natural en tu día a día. Por ejemplo, si quieres acceder al mercado laboral internacional, esta formación te ayudará a dominar el vocabulario y las estructuras propias de tu profesión, mientras que, si tu objetivo es comunicarte con la familia de tu pareja estadounidense, aprenderás a hablar el inglés americano con un uso más coloquial.
El inglés práctico presta más atención a otros aspectos, como la comprensión y la conversación, que a la gramática. Al disponer de mayor nivel de interacción, te ayuda a educar el oído, mejora la pronunciación y te permite adquirir fluidez a la hora de hablar.
Además, descubrirás cómo puedes enfrentarte a situaciones reales al familiarizarte con la lengua que se habla en cada contexto. Al mismo tiempo, al basarse en un enfoque eminentemente práctico, perderás la vergüenza que suele sentirse al hablar en una lengua extranjera. Y es que la mayoría de personas tiene una barrera psicológica a la hora de conversar en inglés, por el miedo al ridículo. Sin embargo, como la oratoria será un hábito, podrás salir de tu zona de confort y ganar seguridad.
Otro de los pros del inglés práctico es que se adapta a tus necesidades. Como consecuencia, puedes aprender a desenvolverte en campos especializados. ¿Vas a comenzar una beca de investigación en el extranjero? Fórmate en vocabulario científico. ¿Trabajas en el área de marketing de una empresa con sedes en varios países? Aprende a mantener reuniones efectivas con tus homólogos.
Por último, gozar de un buen nivel de inglés es esencial en el mercado de trabajo. De acuerdo con British Council, el dominio de este idioma se valora con un nueve sobre diez en el ámbito laboral y, según otro estudio de Randstad, saber inglés dispara la empleabilidad hasta un 37%.
Ahora bien, hoy día, la mayoría de los profesionales puede acreditar un nivel de inglés adecuado para su puesto de trabajo, no obstante, ¿sabrían aplicar la teoría a la práctica? Según RRHH Press, el 90% te diría que sí, que posee un nivel alto, pero solo el 35% lo corrobora en las pruebas orales que se realizan en algunos procesos de selección. Sin embargo, es en este punto donde tú puedes marcar la diferencia, demostrando que sabes hablarlo de forma fluida.
Lo cierto es que, hoy día, tienes a tu disposición numerosas vías para aprender el idioma desde un enfoque práctico:
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