¿Sabías que puedes generar un impacto ambiental positivo a través de tu profesión? Además, la sostenibilidad, más allá de ser positivo para el medio ambiente, se ha transformado en una ventaja competitiva tanto para las empresas como para los profesionales.
De hecho, según el estudio 2020 Global Consumer Study realizado por International Business Machines (IBM) y National Retail Federation, los consumidores prefieren marcas sostenibles que apuesten por generar un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente. Se estima que el 70% de los consumidores está dispuesto a pagar hasta un 35% más por un producto si es reciclado o ecológico.
Además, el 57% cambiaría sus hábitos de consumo para contribuir a generar un impacto ambiental positivo. Sin embargo, lograr un consumo sostenible no depende solo del consumo, sino también de aplicar medidas de producción responsable, para lo cual contar con profesionales especializados en sostenibilidad es clave.
Si bien la tendencia en el crecimiento de una industria verde ya era positiva, la pandemia por la covid-19 ha hecho que su importancia sea aún más visible. Según la consultora estratégica a nivel mundial McKinsey & Company, tras la crisis provocada por la pandemia, los gobiernos apuntan a una estrategia de recuperación enfocada en fomentar los proyectos de políticas medioambientales, es decir, una estrategia de recuperación económica con impacto ambiental positivo.
Por ejemplo, según McKinsey, en la Unión Europea casi el 30% de los fondos invertidos para mitigar la crisis por la pandemia están destinados a proyectos relacionados con el cambio climático. Por otra parte, Japón y Corea del Sur se comprometieron a alcanzar un resultado neto de cero emisiones de carbono para el 2050, y China, para el 2060.
De esta forma, el crecimiento económico en la industria verde apunta a que el mercado laboral requerirá cada vez más profesionales con los conocimientos y las capacidades necesarias para liderar el cambio hacia una economía sostenible. Para que los profesionales puedan especializarse y adaptarse a las exigencias actuales y futuras del mercado laboral, la formación continua es clave.
En esa misma línea, en una entrevista para México Potencia Económica, el socio director de KPMG para México y Centroamérica, Víctor Esquível, señaló que el impacto ambiental positivo de las empresas fue uno de los temas claves en el Foro Económico Mundial. Además, destacó el rol de las instituciones en cuanto a la transición hacia la sostenibilidad y la formación continua:
“El compromiso de las organizaciones debe ser transformar esas habilidades para que sean relevantes para las nuevas actividades de las organizaciones sin dejar atrás a grupos vulnerables o sin esas habilidades”.
El impacto ambiental son las consecuencias, ya sean positivas o negativas, que tiene una acción sobre el medioambiente. En este caso, desarrollar una empresa o un producto es la acción, pero ¿cuáles van a ser las consecuencias?
Si bien, antes, siguiendo el modelo económico lineal, lo habitual era tomar recursos, consumir y desechar, el coste medioambiental de esta práctica ha sido gigante. La crisis climática por el calentamiento global es la consecuencia de un exceso de acciones con consecuencias negativas para el medioambiente.
Dicho esto, las empresas que deciden tener un impacto ambiental positivo son aquellas que benefician al medio ambiente o que, además, mitigan el impacto negativo de otros. En cambio, el impacto negativo es aquel que daña el medioambiente, como la contaminación y la pérdida de biodiversidad, entre otros.
Para acelerar la transición hacia una economía sostenible, la Organización de las Naciones Unidas dio a conocer en 2015 los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que pueden servir como guía para las empresas, organizaciones, emprendedores y profesionales que busquen generar este impacto ambiental positivo. Así, las estrategias del modelo de negocio, de las cadenas de producción y de eficiencia energética, entre otras, pueden estar alineadas según corresponda a uno o varios de los ODS para contribuir a una economía más sostenible.
Es tal la importancia de generar un impacto ambiental positivo que, según el informe Adaptarse para sobrevivir: la transformación empresarial en tiempos de incertidumbre publicado por las Naciones Unidas en 2021, las empresas que no asumen un rol activo, además de estar desalineados con los consumidores, están desalentando a los inversores, lo que supone un riesgo económico para dichas corporaciones.
La tendencia hacia una economía sostenible es clara. Por ello, adquirir los conocimientos en torno a la sostenibilidad es clave para adaptarse a esta nueva forma de producir, trabajar o emprender.
Al igual que tú, muchos otros profesionales y emprendedores buscan generar un impacto ambiental positivo. De hecho, algunos de ellos han presentado sus proyectos en iniciativas de Santander Open Academy. Entre los proyectos mencionados, son varios los que contribuyen al desarrollo sostenible y logran generar un triple impacto: ambiental, social y económico. Estos son algunos ejemplos:
Rated Power es una empresa de software que fusiona la tecnología y la ingeniería con el foco en las energías renovables. Se dedican a desarrollar plantas fotovoltaicas para servicios públicos.
En el 2020, fue seleccionado como uno de los proyectos ganadores de Santander Global Awards. Hoy la empresa cuenta con más de 1000 GW optimizados en más de 100 países, lo que ha permitido lograr transformar la energía solar en una oportunidad más económica y flexible.
¿Te imaginas cómo sería revolucionar la industria de la alimentación? Para Totolines, una forma de contribuir generando un impacto ambiental positivo fue crear productos gastronómicos ricos en proteínas, antioxidantes, vitaminas, entre otros, a base de insectos.
Este emprendimiento mexicano ofrece chips hechos de harina de insectos como grillos y chapulines que, además de ser ricos en nutrientes, rescatan el valor cultural del país.
Green BTS apuesta por generar un impacto ambiental positivo a través de la agricultura. Enfocados en entregar soluciones para una agricultura más sostenible, se dedican a desarrollar productos como biofertilizantes, biofungicidas y remediadores de suelos, entre otros.
Si lo que buscas es generar un impacto positivo, entonces debes pensar con una mentalidad de triple impacto, lo que significa que tu trabajo debe ser rentable al mismo tiempo que genera un aporte social y medioambiental.
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