John Quincy Adams, diplomático y sexto presidente de EE. UU., dijo una vez que “si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en algo más, entonces eres un líder”. No obstante, ¿sabrías decir cuáles son los aspectos más relevantes a la hora de liderar grupos de trabajo?
Conocer de manera adecuada las funciones de jefe de equipo resulta esencial para el desempeño de esta tarea. Y es que, si el trabajo en equipo es una habilidad imprescindible en la actualidad, la capacidad para dirigir grupos no se queda atrás. Esto es debido a que se trata de un rol que debe gestionar diversas acciones de gran importancia en el día a día de una organización, hasta el punto de que tiene total influencia en el presente y el futuro de la empresa.
Sin embargo, ¿cuáles son exactamente las funciones de jefe de equipo y qué capacidades debe poseer quien ocupe este lugar? ¿Es algo innato o es posible adquirir ciertas habilidades mediante el aprendizaje? Como asegura una de las citas más célebres de John F. Kennedy: “El liderazgo y el aprendizaje son indispensables el uno para el otro”.
Para dar una definición sencilla acerca de este papel en una organización, bastaría con establecer que consiste en alguien que dirige un grupo de trabajo. No obstante, esto es algo que ha quedado obsoleto en los modelos de liderazgo actuales, donde las funciones de jefe de equipo van mucho más allá de la simple dirección de personas. Y es que esta concepción más antigua ha dado paso a una idea inspirada en el ejemplo y la colaboración.
El industrialista, filántropo y empresario estadounidense Andrew Carnegie explicaba con acierto que “ningún hombre será un gran líder si lo hace todo él mismo, o se lleva todo el crédito por hacerlo”, y ahí es donde reside el verdadero liderazgo. Mostrar una actitud ejemplar, delegar tareas o valorar al empleado no son funciones de jefe de equipo, pero sí que son habilidades imprescindibles para poder cumplir con estas mismas.
El concepto actual de liderazgo se entiende mucho mejor a partir de las funciones de jefe de equipo, ya que la mayoría de estas asignaciones están sujetas a habilidades que podemos adquirir a través de la formación, independientemente de si hablamos de hard skills o de soft skills.
Por supuesto, dirigir a un grupo de trabajo sigue siendo la tarea principal de un líder, pese a la evolución de este papel, que hoy en día se aborda con mayor profundidad. En este sentido, esta es la base del resto de funciones de un jefe de equipo, cuya capacidad de organización, con respecto al colectivo y a las tareas de cada individuo, debe ser algo innegociable.
En ocasiones, se puede confundir la responsabilidad con la obligación de abordar todo el trabajo, pero esto no es dirigir. De hecho, uno de los secretos de un buen liderazgo reside en la capacidad de saber delegar tareas. El jefe de equipo debe asignar a cada miembro del grupo sus correspondientes funciones y velar por su cumplimiento.
Totalmente ligada al punto anterior está la coordinación del grupo. Y es que, para que todos los engranajes funcionen a la perfección, no basta únicamente con indicar una serie de tareas a cada miembro. Resulta vital que el desarrollo de las mismas esté totalmente sincronizado, y es aquí donde podemos encontrar otra de las funciones de jefe de equipo más valiosas, ya que no siempre resulta sencillo lograrlo.
La responsabilidad de tomar cualquier decisión para la organización recae exclusivamente en esta figura: si bien es importante escuchar al grupo, cuanto mayor relevancia tenga la decisión, más peso tendrá el jefe de equipo en ella.
En relación con la función de coordinar el equipo para la realización de tareas, también es destacable la mediación entre los miembros. Que haya un buen ambiente de trabajo forma parte de las funciones del jefe de equipo, quien ha de ser capaz de diagnosticar y gestionar los problemas a partir de algunas técnicas para la resolución de conflictos.
La selección de personal es un trabajo que de forma habitual se relaciona con el departamento de recursos humanos de una empresa, ya que este es uno de sus cometidos básicos. Sin embargo, entre las funciones de jefe de equipo también está elegir al personal adecuado para su grupo de trabajo ―al que debe conocer perfectamente―, teniendo en cuenta los perfiles que lo componen y las necesidades profesionales del mismo.
La buena relación con los empleados no debe estar reñida con los objetivos de la organización, por eso, es conveniente que el líder de un equipo sepa equilibrar la balanza con sus trabajadores. La evaluación en el desempeño de sus tareas, con el fin de corregir los errores e impulsar las virtudes, es algo inevitable cuando se trata de dirigir a un grupo de trabajo.
Como señaló James Humes, profesor, abogado, asesor de comunicaciones de DuPont y redactor estadounidense de discursos presidenciales para Dwight Eisenhower, Richard Nixon, Gerald Ford y Ronald Reagan: “El arte de la comunicación es el lenguaje del liderazgo”.
La comunicación adecuada es esencial para preservar el buen ambiente en una organización y, por supuesto, garantizar el cumplimiento de los objetivos. Entre las funciones de jefe de equipo, podemos resaltar la importancia de fomentar un diálogo natural y fluido entre todos los individuos, algo que también forma parte de las tareas de coordinación.
Los objetivos son una cuestión básica y vital para cualquier organización en general, pero también lo son, de manera particular, para cada uno de los departamentos que la componen.
De hecho, estos últimos son la base para alcanzar los primeros y, tanto los propósitos específicos como las metas absolutas, han de formularse desde la posición de los líderes de equipo. Tal como afirma el escritor estadounidense John C. Maxwell, “un líder es aquel que conoce el camino, hace el camino y muestra el camino”.
Uno de los principales cambios en la concepción actual del liderazgo con respecto a modelos anteriores es precisamente este. La motivación constante de los empleados para capacitarlos, empoderarlos y que saquen lo mejor de sí mismos depende exclusivamente de las capacidades del jefe de equipo a estos efectos, así como de la relación que mantenga con ellos.
Para cumplir con las funciones de jefe de equipo, es imprescindible contar con ciertas habilidades. En este sentido, características como la adaptabilidad, la productividad y la empatía son esenciales para un líder. A partir de aquí, también son de gran relevancia algunas virtudes, como el carisma, la capacidad de persuasión, la escucha activa o la intuición, entre otras.
Sin embargo, ¿es posible adquirirlas como parte de un aprendizaje o se trata de capacidades propias de la personalidad y se consideran innatas? Aunque no lo parezca, estas se pueden adquirir ya sea a través de la formación o de la experiencia.
Además, lo cierto es que estas habilidades blandas o soft skills adquieren cada vez más relevancia y, en muchos casos, otorga el rasgo que diferencia el profesional que está preparado para asumir funciones de jefe de equipo y constantes retos del que no. De ahí la importancia de potenciar el desarrollo personal y profesional para adquirir estas competencias transversales que se necesitan para desempeñar una nueva función o un puesto de responsabilidad o, incluso, para tener una mayor empleabilidad.
¿Quieres desarrollar competencias profesionales que te permitan mejorar tu empleabilidad? Descubre Santander Open Academy, el espacio formativo que necesitas para seguir creciendo.
Únete a nuestra plataforma global de aprendizaje y desarrollo profesional y accede a cursos subvencionados al 100%, contenido formativo en un montón de formatos y becas de universidades e instituciones líderes.
Si como nosotros, crees que nunca hay que dejar de aprender, entra aquí y regístrate. ¡Descubre lo que tenemos para ti!