Seguramente, en más de una ocasión, te has planteado si es fácil el inglés, porque has escuchado que hoy en día saber inglés es imprescindible para muchas cosas: viajar por el mundo, conseguir un buen trabajo, acceder a más contenido, etc. Y es que, de acuerdo con el ranking Power Language Index (PLI) del Foro Económico Mundial, el inglés es, con diferencia, la lengua más útil.
Al fin y al cabo, el inglés es la lengua más hablada del mundo: tiene 360 millones de hablantes nativos, pero, en total, suma una cifra de dos mil millones de hablantes. De esta manera, se considera la lengua franca o universal. Es por esta razón que, si tú no eres uno de ellos, seguro que te has planteado aprenderlo y te preguntas: ¿es fácil el inglés?
La respuesta a si el inglés es una lengua fácil de aprender es, de manera objetiva, un sí rotundo. A continuación, te proporcionamos algunas de las claves que lo confirman:
Por lo general, es fácil el inglés, sobre todo, en cuanto a gramática se refiere. Esta es mucho más sencilla que la del español y otras lenguas, como el alemán o el francés. Para empezar, los sustantivos no tienen género, algo que simplifica en gran medida el uso del lenguaje. ¿Te imaginas cuán difícil es para ellos aprenderse el género de cada una de nuestras palabras?
Además, las conjugaciones verbales resultan menos complicadas que las nuestras, ya que estas no cambian en función del pronombre que se usa antes del verbo. Tan solo hay una excepción: en la tercera persona del singular, debes añadir una “s” al final.
Asimismo, con que aprendas unos pocos tiempos verbales, vas a ser capaz de comunicarte sin problema. Y es que como la mayoría de los verbos son regulares y no tienen declinaciones ni apenas conjugaciones, ¡te será pan comido!
Si el punto anterior no te ha convencido de que es fácil el inglés, te presentamos otro punto a considerar si estás buscando la motivación para aprender este idioma.
A diferencia de las interminables subordinadas que abundan en nuestro idioma, en inglés, tienen una regla de oro: keep it simple (hazlo fácil). Sin duda, esto es algo que aplican desde la construcción de las frases hasta el uso de palabras.
Sin ir más lejos, aunque el Oxford English Dictionary cuenta con más de 400.000 palabras, los hablantes nativos usan las mismas 400 palabras en el 80% de sus conversaciones. Como puedes ver, el inglés no solo es fácil, sino que podríamos decir que se trata de un idioma agradecido.
Al tratarse de la lengua franca por excelencia, existen miles de recursos para poder aprender inglés fácil y practicarlo: desde cursos presenciales y online, con todo tipo de métodos, hasta aplicaciones y vídeos para adquirirlo de forma más lúdica. Además, hay una gran cantidad de contenido cultural en inglés, como series, películas o música, que te puede ayudar a familiarizarte con el idioma e ir incorporando poco a poco palabras nuevas.
Por otro lado, el vocabulario en la lengua inglesa proviene de una mezcla de raíces germánicas, francesas y latinas; de ahí que nos encontremos con palabras como “souvenir”, del francés, o “arm”, del alemán. Por esta razón, si tienes la suerte de hablar un idioma más o menos cercano al inglés, aunque su raíz no sea románica, existen muchas palabras parecidas, o incluso iguales, que te pueden salvar de más de un apuro.
Por último, al ser un idioma tan universal, es posible entenderse de manera fácil, por muy básico que sea el nivel, así como practicarlo en casi cualquier parte del mundo.
¿Ahora crees que es fácil el inglés? ¡Solo necesitas compromiso y motivación! No obstante, también cabe mencionar que tiene su parte complicada y, en esto, todas las personas que lo estudian coinciden: la pronunciación.
Si bien el alfabeto tiene 26 letras, el inglés cuenta con 44 fonemas. Asimismo, hay cinco vocales, pero los sonidos vocálicos son, nada más y nada menos, que entre 14 y 21, dependiendo de la zona. ¿Cómo no va a parecerte difícil?
Por poner un ejemplo, el español es un idioma que, a pesar de contar con una gramática compleja, se pronuncia tal y como se escribe. Sin embargo, en inglés, en muchas ocasiones, podemos ver las mismas letras, pero estas mismas se pronuncian de muchas formas y todas ellas de manera distinta dependiendo de las otras letras que la rodean. Este es el caso de palabras como “though” (aunque), “tough” (duro) y “thought” (pensamiento).
Más allá del reto que pueda suponer el hecho de alcanzar una pronunciación perfecta, el inglés es fácil y puede abrirte infinitas posibilidades. Por este motivo, ¡no dejes pasar más tiempo y anímate a estudiarlo a tu ritmo y a tu manera!
Y es que contar con habilidades lingüísticas en inglés te dará acceso al mercado internacional, lo que puede multiplicar tus oportunidades laborales y representar un gran avance en tu carrera profesional.
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