Quizá recuerdes el meme que se viralizó tras la pandemia en el que unos extraterrestres aguardaban su “turno” para irrumpir en la Tierra. Era en tono satírico, pero los últimos acontecimientos han puesto de manifiesto que cualquier cosa puede ocurrir: un contexto de caos y confusión que ha hecho surgir el concepto de entorno BANI.
Y es que, a principios del año 2020, nadie esperaba tener que enfrentarse a una crisis sanitaria mundial. Mucho menos que, dos años después, cuando la sociedad estaba remontando del confinamiento y las restricciones, iba a estallar una guerra entre Rusia y Ucrania de una colosal magnitud a nivel internacional, con el consecuente impacto en la inflación y la volatilidad de los mercados. Por no hablar de las crisis locales o las grandes catástrofes medioambientales provocadas por el cambio climático que salpican los titulares diarios.
La realidad socioeconómica está cambiando cada vez más rápido y de forma más impredecible. ¿Estás preparado para afrontar este nuevo entorno BANI? Descubre a qué te enfrentas y cómo puedes adaptarte a esta nueva era de la confusión.
El entorno BANI es un acrónimo acuñado en 2020 por Jamais Cascio, en su artículo Facing the Age of Chaos, como ”una forma de enmarcar y responder mejor al estado actual del mundo”, según su definición. Se trata de un mundo que el contexto VUCA ya no podía describir. Y es que, según el autor, si el concepto VUCA hablaba de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, la realidad actual es mucho más caótica y confusa y traspasa los límites hasta ahora conocidos.
De hecho, el propio Cascio señala que, en el entorno BANI, las condiciones actuales no son simplemente inestables; son caóticas. Los resultados no son difíciles de prever, sino completamente impredecibles. Y las situaciones no son meramente ambiguas, sino incomprensibles. “El marco BANI ofrece una lente a través de la cual ver y estructurar lo que está sucediendo en el mundo y, al menos a nivel superficial, los componentes del acrónimo podrían incluso insinuar oportunidades de respuesta”, sostiene el integrante del Institute for the Future.
Como ves, el entorno BANI se caracteriza por los desafíos y cambios constantes. No obstante, para comprender mejor sus características, hay que echar un vistazo más de cerca a cada uno de los elementos que conforman este acrónimo:
La fragilidad significa que, pese a la apariencia de solidez que hoy impera, incluso los pequeños cambios pueden tener un impacto significativo en los sistemas y hacerlos desmoronar. Es decir, el mundo continúa girando como si todo estuviera bien. Sin embargo, esa falsa ilusión de fortaleza incrementa el riesgo de no percibir cuándo se está llegando al borde del colapso. En la actualidad, no hay caídas progresivas, como en un castillo de naipes; hay rupturas, como la de un vaso de cristal.
La ansiedad es una emoción común en un entorno BANI. La sucesión de catástrofes de los últimos años lleva a personas, empresas e instituciones a estar en un constante estado de nervios por lo que pueda surgir. Tampoco ayudan a calmar los ánimos los medios de información; en un contexto saturado de información, la ciudadanía se expone a titulares sensacionalistas, noticias falsas, artículos de pseudociencia, etc. El problema es que esta ansiedad dificulta la toma de decisiones, generando respuestas precipitadas o pasividad, según genere impulsividad o bloqueo en cada individuo.
El entorno BANI no sigue patrones lineales predecibles. Los eventos y cambios pueden ocurrir de manera no secuencial y sorprendente. Es como si el efecto causa-efecto hubiera desaparecido, al menos para la capacidad de previsión del ser humano. Como consecuencia, las acciones que se ponen en marcha pueden desembocar en resultados totalmente inesperados.
Vivimos en la era de la información. De hecho, en 2035, la generación de contenidos superará los 2.142 zettabytes, según el estudio Digital Economy Compass. Sin embargo, este ingente volumen de datos ha dado lugar a un estado de sobreinformación en el que resulta muy complejo discernir entre lo importante y lo superfluo. Todo este ruido es abrumador, complicando también el proceso de toma de decisiones.
El panorama, así descrito, es desolador. Es cierto que enfrentarse a un entorno BANI es desafiante. Sin embargo, hay medidas que puedes adoptar para estar preparado a este nuevo contexto de forma efectiva.
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