La cantidad de información disponible a día de hoy ha crecido un 4.400% desde 1986. Como consecuencia, la sociedad actual se mueve en un contexto de saturación informativa con mensajes que llegan desde el móvil, la radio, la televisión, las redes sociales, las aplicaciones de mensajería, etc. ¿Cómo sobresalir entre tanto ruido? Lo cierto es que hay que aprender a contar buenas historias y lograr ejemplos de storytelling que hagan llegar ―y permanecer― tu mensaje en la mente del destinatario.
De hecho, según un estudio de Neuromedia, cada persona está expuesta al día a 6.000 impactos publicitarios, es decir, recibe un anuncio cada 10 segundos. Ahora bien, ¿cuántos de ellos se procesan y se recuerdan? De acuerdo con esta investigación, solo 18 se fijan en la memoria.
Y es que no se trata exclusivamente de llevar a cabo acciones de marketing eficaces. Saber conectar con la audiencia es complicado en cualquier ámbito de la vida. Si no, ¿cuántas veces has tenido que repetir algo a un amigo porque estaba prestando atención al WhatsApp o Instagram mientras tú hablabas? De ahí que la técnica del storytelling sea una asignatura obligada dentro y fuera del ámbito laboral.
El storytelling es una técnica de comunicación que consiste en contar historias para transmitir un mensaje o una idea con el objetivo, precisamente, de conectar con el interlocutor. Se trata de ofrecer un discurso que capte su atención, genere vínculos, perdure más en la memoria del público y mejore el engagement y la fidelidad del cliente. Y es que, según una investigación de la Universidad de Stanford, las personas recuerdan 22 veces más una buena historia que mensajes basados en cifras o hechos.
Esto se debe a que la mente del consumidor, saturada de información, se ha “inmunizado” a los impactos externos, como sucede cuando tu olfato se acostumbra al ambientador de casa y dejas de percibir el aroma, por muy intenso que sea para los visitantes. Por tanto, para despertar el interés del destinatario es preciso que surja una “chispa” que capte su atención. Algo que es mucho más probable si introduces los aspectos emocionales propios de una historia.
Como consecuencia, el storytelling se ha extendido a cualquier ámbito de la vida, convirtiéndose en una estrategia fundamental en el plano comunicativo. Por ejemplo, seguro que has notado cómo ha evolucionado el marketing y la publicidad en las últimas décadas. Si antes los anuncios se centraban en presentar el producto y sus beneficios, ahora las empresas apuestan por crear historias que conecten con la audiencia.
En este sentido, un ejemplo de storytelling muy claro es el esperado anuncio de la Lotería de Navidad, donde la conexión emocional es la gran protagonista desde que apareciera el famoso “calvo de la lotería” que cautivó al telespectador. Es más, cuando en 2013 se quiso volver a un estilo más tradicional, con un anuncio protagonizado por Montserrat Caballé y otros cantantes, la campaña recibió duras críticas.
Ahora bien, los ejemplos de storytelling van mucho más allá del campo del marketing. Así, la oratoria también se ha ido adaptando a las nuevas necesidades de la sociedad. Lejos quedan los discursos plagados de datos y argumentos objetivos al estilo de una clase magistral. Los grandes comunicadores saben que deben narrar historias que mantengan el interés de la audiencia. Por ejemplo, ¿has visto alguna charla TED últimamente? Del mismo modo, en el caso del liderazgo, el storytelling te ayudará tanto a plantear los objetivos estratégicos o la filosofía de empresa de una forma más comprensible para el equipo como a aportar feedback o motivar a los empleados de una manera más eficiente. Como apunta Miguel Udaondo en su libro Comunica: Las claves de la comunicación para el liderazgo, “puedes tener las ideas más brillantes, pero si no sabes comunicarlas de forma atractiva, persuasiva y coherente, no conseguirás que logren el efecto deseado”.
Incluso, para abordar la comunicación en temáticas más farragosas, encontrarás ejemplos de storytelling. Es lo que hace Academia Play a través de su canal de Youtube, donde explica la Historia con un enfoque ameno y atractivo basado en esta estrategia narrativa. O lo que propone el autor Cole Nussbaumer Knaflic en su libro Storytelling con datos, en el que aporta ejemplos de storytelling para exponer informes económicos.
También en el ámbito corporativo, las historias ganan protagonismo para presentar a la marca de una forma en la que el usuario se pueda sentir identificado. Por ejemplo, en We are knitters dan un giro a la explicación de los valores de la empresa involucrando al consumidor. ¿O qué te parece esta ficha de producto de la Real Fábrica Española en la que apelan al poder evocador de unos caramelos de violetas?
Por otro lado, si lo que quieres presentar no es una firma empresarial, sino dar a conocer tu propia marca como profesional, dominar el arte de contar historias también tiene sus ventajas. Que se lo digan a Estíbaliz Fernández Sánchez, una joven que convirtió su currículum vitae en una playlist y consiguió una gran repercusión, ampliando sus opciones para encontrar empleo.
Aunque el resultado final va a depender de tu imaginación y creatividad, todos estos ejemplos de storytelling tienen varios denominadores en común que sirven de base en la construcción de una buena historia. ¿Qué elementos debe contener tu discurso para ser memorable?
Con estos parámetros en mente, existe también una serie de recomendaciones que te servirán para desarrollar ejemplos de storytelling exitosos. En este sentido, John Sadowsky, en el libro Las siete reglas del storytelling aporta siete claves de esta estrategia de comunicación:
Si sigues estos consejos y amplías tus conocimientos de storytelling a través de libros especializados en la materia, lograrás comunicar de forma más efectiva. Como sostiene Benjamín Trajtman Grossman, autor de 47 historias inspiradoras: storytelling, "los discursos se olvidan, no obstante, las historias dentro de ellos sí que se recuerdan”. No es de extrañar, por tanto, que esta habilidad se haya convertido en una de las soft skills más demandadas por las empresas.
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