Los términos DevOps y Agile forman parte del mundo del desarrollo de software, lo que hace que a menudo las personas que acaban de empezar en el sector los confundan. A pesar de que ambos se refieren a metodologías de desarrollo de software, son dos conceptos distintos que acaban confluyendo a la hora de ponerlos en práctica de manera conjunta.
Ambas herramientas pueden confluir e incluso trascender al desarrollo de cualquier proyecto de software, producto o servicio, y aunque son fundamentalmente distintas, también tienen sus similitudes. Además de que DevOps se nutre de las metodologías ágiles, ambas tienen objetivos similares: acelerar los procesos de desarrollo y distribución de software.
La metodología DevOps nace con el objetivo de unir los equipos de desarrollo con los demás profesionales del sector IT. Más concretamente, con los profesionales de sistemas encargados de configurar e instalar en los equipos de las empresas el software desarrollado por los equipos de programación.
Antes, estas dos partes del proceso de creación de un nuevo software estaban diferenciadas. Cada uno de los equipos de trabajo realizaba sus funciones sin informar o comunicarse con la otra parte, por lo que se perdía mucha información valiosa por el camino: errores no notificados, problemas de distribución o dependencias, nulo control de versiones, etc. Eran muchos los problemas y desavenencias que podían surgir por la falta de comunicación.
Desde 2008, cuando apareció la metodología DevOps, los equipos de operaciones y desarrollo de software han resuelto este problema de comunicación gracias a las herramientas DevOps, basadas en esta metodología. Estas herramientas permiten desarrollar, probar y lanzar nuevas aplicaciones de una forma más ágil y efectiva.
Por otro lado, las metodologías ágiles de desarrollo de software nacen en la década de los 90, tras la constatación de que las metodologías de desarrollo tradicionales, basadas en la predicción, no funcionaban. Fue entonces cuando surgió el desarrollo ágil de software, basado en metodologías de producción del fabricante de coches japonés Toyota.
Las metodologías ágiles permiten adaptar rápidamente el desarrollo de una aplicación a medida que van surgiendo cambios y nuevas necesidades. Además, fomentan el trabajo en equipo, la responsabilidad y la autoorganización. Así, el equipo de desarrollo basará su trabajo en las necesidades del cliente para construir una aplicación a medida.
Estas metodologías se centran mucho más en las personas y en sus habilidades que en los procesos o las herramientas. Las metodologías ágiles más conocidas son:
Todas ellas tienen una estructura organizativa basada en el trabajo en equipo y en la consecución de resultados rápidos mediante el desarrollo incremental.
Tras definir cada uno de estos términos, habrás podido atisbar los elementos en común entre DevOps y Agile, y también sus diferencias. La principal similitud es que ambos permiten acelerar los diferentes procesos del desarrollo y distribución de software utilizando la organización y el trabajo en equipo como herramienta principal.
Y la diferencia fundamental es que DevOps trata de unir dos grandes equipos diferenciados para mejorar la comunicación entre ellos para lanzar software más rápidamente, mientras que Agile se centra en hacer que pequeños equipos colaboren entre sí para adaptarse más rápidamente a los posibles cambios durante el desarrollo de una aplicación.
No obstante, ambas metodologías se utilizan conjuntamente a menudo, ya que son totalmente compatibles. Gracias a la combinación de DevOps y Agile muchas empresas están acelerando de forma considerable sus proyectos de ingeniería de software, consiguiendo unos resultados de alta calidad en un tiempo más reducido.
El uso de las metodologías DevOps y Agile va a seguir en crecimiento en el sector de desarrollo de software. Todos aquellos que quieran desarrollar su carrera profesional en el sector, deberán dominar en algún momento de su trayectoria estas metodologías, pues acabarán por utilizarse en la mayoría de empresas del sector dadas sus numerosas ventajas.
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