Docentes, familias y personas interesadas en la educación comparten experiencias, aprendizajes y recursos en comunidades virtuales en la red social X (antigua Twitter), apoyándose, compartiendo y aprendiendo. Hablamos de comunidades virtuales educativas como la del #ClaustroVirtual, #EscuelasAmigas, #AulaBlog, #EABE o la de las #CharlasEducativas.
Diferentes estudios recientes avalan la importancia de los contenidos que aglutinan estas etiquetas y muchas otras, tanto para el apoyo entre docentes como para la formación continua a través del aprendizaje informal.
Y no se trata únicamente de etiquetas. Detrás de ellas, se esconden propuestas horizontales y altruistas de docentes que dedican su tiempo a compartir, de manera desinteresada, recursos para el aula, experiencias o proyectos. Por supuesto, también se encuentran perfiles que suelen llevar las riendas y dinamizar las redes sociales.
A pesar del odio que suele atribuirse a la red social de Musk, etiquetas como la del #ClaustroVirtual, #EABE, las #CharlasEducativas, #aulablog o #EscuelasAmigas, parecen inmunes y al margen de esa tendencia negativa y de crítica constante que impera en las redes sociales.
Estamos hablando de etiquetas empleadas muy frecuentemente por los docentes en comunidades virtuales educativas, que prefieren una formación entre iguales, a través de pequeñas píldoras que pueden llevarse a las aulas de manera directa. Con la etiqueta del #ClaustroVirtual, profesorado de todas las etapas educativas pide ayuda o comparte contenidos y recursos de un modo generoso y altruista:
Esta manera de formarse permanentemente en las redes, aprendiendo de sus iguales, planteando sus dudas, compartiendo sus éxitos y también sus fracasos, tiene cada vez más seguidores. Por ejemplo, tal y como se recoge en una reciente investigación, la etiqueta de las #CharlasEducativas la han usado, en dos años, casi 800 perfiles en X y ha dado lugar a más de seis mil tuits. En 2021, otro estudio analizaba más de cien mil tuits relacionados con diferentes etiquetas en comunidades virtuales educativas.
Son espacios de afinidad alrededor de diferentes etiquetas que ofrecen un lugar seguro a muchos docentes. Comunidades virtuales educativas que han ido creciendo y estableciendo sinergias con otras comunidades de gran relevancia en redes, como es la comunidad autista o el #TwitterCultural.
Estas sinergias parten de entender la educación de manera global y de establecer puentes entre los diferentes agentes educativos. Esta es una máxima que se ha ido instaurando, poco a poco, y de manera clara, en el proyecto multiplataforma de las #CharlasEducativas.
Estamos hablando de un espacio libre de compartimentación por áreas o por etapas. Es decir, docentes de infantil o de universidad coinciden en esta comunidad virtual educativa con compañeros y compañeras de formación profesional, con neuropediatras, psicólogos, familias o personas que, de manera totalmente altruista y generosa, cuentan sus experiencias profesionales y vitales.
Una propuesta abierta a la participación activa y al debate de toda aquella persona que esté dispuesta a conversar de forma constructiva y positiva. La educación es una responsabilidad de toda la sociedad. No se limita a las aulas.
Muchos de estos espacios han sobrepasado las fronteras de lo digital: tanto en 2023 como en 2024, las etiquetas de las #CharlasEducativas y del #ClaustroVirtual han derivado en encuentros educativos de carácter presencial que han reunido a casi 500 personas entre las dos ediciones de la denominada #EduJornada de las #CharlasEducativas y del #ClaustroVirtual.
Estas jornadas han sido resultado de la demanda popular para un espacio analógico, apartado de las redes. En 2023, la #EduJornada se centró en la gamificación, la tecnología, la LOMLOE, la evaluación y la atención a la diversidad. Por su parte, en 2024, la #EduJornada se centró en el aprendizaje a través del juego, la competencia digital, la inteligencia artificial, las altas capacidades, el autismo y la salud mental.
De igual manera, tanto #AulaBlog, como #EABE o #EscuelasAmigas, cuentan con relevantes encuentros anuales con muchos años de recorrido, en el caso de #EABE y de #AulaBlog. Algunas de estas comunidades virtuales educativas ya existían antes de Twitter, y X solo ha servido para reforzarlas y difundirlas. En otros casos, como para #EscuelasAmigas o #CharlasEducativas, su comienzo fue íntegramente en las redes.
Estas comunidades demuestran que las redes sociales tienen una cara amable, y muy útil, para personas comprometidas con la educación, con una formación continua informal y con una voluntad sincera de aprender, enseñar, escuchar y reflexionar.
Este artículo se ha publicado en The Conversation.
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