La colaboración entre generaciones como clave del progreso

28/02/2025 | Gustavo Porporato Daher, Universidad Autónoma de Madrid

La evolución de una sociedad depende de la capacidad de sus jóvenes de adaptarse y transformarla, y del apoyo de los mayores, quienes ofrecen un marco de valores, principios y experiencia. A menudo, esta colaboración entre generaciones resulta difícil: ¿cómo pueden jóvenes y mayores trabajar juntos para construir un futuro sostenible y justo?

Los jóvenes son motor de cambio: dominan las tecnologías emergentes y redefinen las normas sociales, al mismo tiempo que promueven la conciencia ambiental y exigen cambios en las políticas económicas y sociales. Este impulso hacia la transformación es vital para afrontar los desafíos globales que se presentan, desde el cambio climático hasta la revolución digital y la desigualdad.

A pesar de esta capacidad innovadora, los jóvenes se enfrentan al desafío de consolidar sus esfuerzos con una visión de largo plazo. Aquí es donde resulta importante la colaboración entre generaciones recientes y anteriores; estas últimas no solo comprenden el contexto histórico de estos cambios, sino que también poseen una sabiduría que solo la experiencia puede brindar.

Experiencias y valores

El hecho de haber vivido un mayor número de experiencias hace que las generaciones tengan más capacidad para desarrollar un marco ético sólido. Al haber tenido que tomar más decisiones, han ido creando una ética sobre la base de sus resultados.

Los mayores no solo ofrecen la experiencia de lo que ha funcionado y lo que no en el pasado, sino que su mirada, necesariamente más experimentada, puede aportar estabilidad y moderación en esta colaboración entre generaciones. Los jóvenes pueden beneficiarse de un enfoque más equilibrado y evitar errores previos.

Competición o colaboración entre generaciones

La colaboración y la competitividad no son conceptos mutuamente excluyentes. De hecho, ambos enfoques pueden y deben integrarse para crear un aprendizaje completo. Competir motiva, ayuda a esforzarse y a alcanzar nuestro máximo potencial, mientras que la colaboración entre generaciones fomenta la empatía, el pensamiento crítico y el crecimiento colectivo. El equilibrio entre ambas estrategias es esencial en la educación y en la construcción de un espacio común.

La competitividad constructiva entre generaciones, por tanto, contribuye a un entorno que no solo busca resultados individuales, sino que también valora la reciprocidad y el bienestar común.

colaboración entre generaciones

Estrategias de colaboración entre generaciones

Para que la colaboración intergeneracional sea efectiva, estas estrategias ayudan a establecer una sinergia entre los jóvenes y los mayores.

  1. Espacios de trabajo conjuntos: en el ámbito educativo, los proyectos en grupo que incluyen estudiantes y mentores mayores ofrecen una oportunidad para intercambiar ideas y perspectivas, fomentando la cooperación en lugar de la competencia. La colaboración entre generaciones en proyectos laborales permite una reciprocidad que fomenta la creatividad y refuerza el sentido del propósito.

  2. Mentoría activa: a través de programas de mentoría, los mayores pueden compartir sus experiencias y asesorar a los jóvenes en sus emprendimientos o proyectos. Al mismo tiempo, los jóvenes pueden aportar ideas frescas e innovadoras a sus mentores, creando una relación de aprendizaje mutuo.

  3. Fomentar la competencia constructiva: permite que los individuos se desafíen a sí mismos de manera positiva mientras que también buscan el éxito del grupo. Los jóvenes pueden beneficiarse de la competencia, siempre que ésta se base en el respeto y en el reconocimiento de los logros colectivos. Los mayores, por su parte, pueden ayudar a guiar este impulso competitivo hacia un objetivo común.

  4. Creación de comunidades de aprendizaje: las comunidades de aprendizaje donde ambas generaciones se involucran activamente permiten que el conocimiento fluya en ambas direcciones. En estos entornos de colaboración entre generaciones, los jóvenes pueden aprender habilidades prácticas de los mayores, mientras que los mayores pueden actualizarse en temas tecnológicos y nuevos enfoques.

Superar la desconfianza mutua

Uno de los principales problemas es la brecha generacional en términos de valores y perspectivas: los jóvenes pueden ver a los mayores como demasiado conservadores o resistentes al cambio, mientras que los mayores pueden percibir a los jóvenes como impacientes o poco comprometidos con los principios tradicionales.

Para superar estas barreras, es importante promover una cultura de respeto mutuo. Los programas de sensibilización y capacitación que aborden la importancia de la colaboración entre generaciones pueden ayudar a comprender mejor sus respectivas fortalezas y debilidades. La creación de políticas organizacionales y educativas que fomenten el intercambio de ideas y la resolución conjunta de problemas constituye otra herramienta a considerar.

Un futuro justo y ético

La construcción de un futuro sostenible y justo requiere colaboración entre generaciones. Los jóvenes tienen el ímpetu y la creatividad para impulsar los cambios necesarios, mientras que los mayores tienen la perspectiva y la experiencia para guiar esos cambios de manera ética y efectiva.

La sociedad del futuro, construida sobre los pilares de la cooperación y la competencia constructiva, representa un ideal alcanzable si ambas generaciones trabajan en conjunto. Para ello es necesario desarrollar e implementar un enfoque equilibrado que combine la ambición y la colaboración entre generaciones.

Los mayores deben servir de mentores y guías, mientras que los jóvenes deben estar dispuestos a aprender y adaptarse. Al combinar lo mejor de ambos grupos, es posible construir un futuro que no solo sea tecnológicamente avanzado, sino también éticamente sólido y socialmente justo.

Este artículo se ha publicado en The Conversation

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