En el mercado laboral actual, el autoconocimiento es esencial para el éxito. Conocer qué nos hace únicos y tener claros nuestros intereses nos permite diseñar una carrera laboral alineada con nuestra verdadera identidad.
La película Come, reza, ama ilustra la importancia del autoconocimiento. La protagonista, interpretada por Julia Roberts, emprende un viaje de autodescubrimiento tras su divorcio. En Italia, disfruta de la vida; en India, encuentra la paz interior a través de la meditación y, en Bali, descubre el equilibrio entre placer y espiritualidad. Con este viaje, redirige su vida hacia una nueva carrera como escritora y conferenciante motivacional. No todos podemos hacer un viaje como el de la protagonista de la película, pero tenemos una herramienta a nuestro alcance para lograr la misma finalidad: la orientación laboral.
La orientación laboral es el proceso de descubrir nuestras fortalezas, intereses y objetivos para encontrar una carrera adecuada. Por ejemplo, una persona que no sabe dónde está puede sentirse perdida y desmotivada en su trabajo actual. A través de la orientación laboral, podría descubrir que tiene una gran habilidad para enseñar y ayudar a los demás. Esto podría llevarla a considerar una carrera en el ámbito de la educación. Aquí podría usar sus habilidades de manera más satisfactoria y alineada con sus intereses.
El primer paso para el autoconocimiento es evaluar, sin engañarnos, quiénes somos. Sin comprender nuestras habilidades e intereses, difícilmente podremos elegir una profesión que nos permita desarrollar nuestro potencial. Por ejemplo, una persona creativa puede prosperar en diseño gráfico, mientras que alguien analítico puede destacar en ciencias o tecnología.
En esta evaluación personal no estamos solos. Podemos ayudarnos de:
Feedback o retroalimentación de 360 grados
Es importante pedir la opinión de nuestros compañeros y jefes. La perspectiva de los que trabajan con nosotros nos puede ayudar a entender mejor en qué somos buenos y en qué necesitamos mejorar. Tener una visión más completa de nuestras habilidades y áreas de mejora siempre es valioso para el autoconocimiento.
El feedback 360 grados nos permite vernos a través de los ojos de una tercera persona. Nos ayuda a identificar aspectos de nosotros mismos que no son evidentes. Por ejemplo, un trabajador puede descubrir que sus compañeros valoran mucho sus habilidades de liderazgo. Esta nueva información podría motivarlo a buscar puestos de dirección.
Imaginemos ahora que una trabajadora que siempre se ha considerado tímida y reservada recibe retroalimentación de 360 grados y se entera de que sus compañeros la ven como alguien muy empática y buena para mediar en conflictos. Esta percepción de los demás podría motivarla a explorar roles en gestión de equipos, donde sus habilidades para resolver conflictos son muy valoradas.
Reflexión Personal
La meditación, escribir un diario y pensar en nosotros mismos nos ayudan al autoconocimiento, permitiéndonos descubrir nuestros valores y deseos. Por ejemplo, alguien que escribe un diario puede darse cuenta de que le encanta ayudar a los demás y, a partir de aquí, decidir estudiar trabajo social o psicología.
Sin tomarnos el tiempo para reflexionar, podemos ir tan deprisa que no nos damos cuenta de nuestras verdaderas pasiones y talentos. Esto nos llevará a perder oportunidades para elegir un camino que realmente nos satisfaga. Por ejemplo, alguien que se apresura a estudiar derecho porque es una carrera prestigiosa, sin detenerse a considerar sus propios intereses, puede más tarde descubrir que su verdadera pasión es la música.
Mentoría y Coaching
Trabajar con un mentor o entrenador profesional también nos puede ayudar a ver en qué podemos mejorar y a planificar nuestras metas profesionales.
Por ejemplo, un mentor en tecnología puede guiar a un joven profesional sobre cómo especializarse en ciberseguridad, ayudándole a identificar si tiene las habilidades que buscan las empresas del sector. También puede orientarlo sobre la formación extra que necesita.
El autoconocimiento nos permite elegir una carrera que se ajuste a nuestros intereses y habilidades. Al mismo tiempo, nos hace más conscientes de nuestras limitaciones y áreas de mejora. Todos estos aspectos son claves para crecer profesionalmente. No debemos olvidar que el desarrollo profesional es un proceso continuo.
A medida que ganamos nuevas experiencias, nuestras aspiraciones pueden cambiar. Como dice el filósofo sueco Petter Johansson en su charla ¿Sabemos realmente por qué hacemos lo que hacemos?:
"Si dije que algo me gustaba el año pasado, no significa que me deba seguir gustando. Liberarse de la necesidad de mantenerse en una posición representa un gran alivio."
En el mundo laboral, para cambiar de opinión y tomar decisiones informadas, debemos también saber por qué hacemos lo que hacemos.
Este artículo se ha publicado en The Conversation.
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