¿Conoces la frase: “El conocimiento no puede ser una copia, ya que siempre es una relación entre sujeto y objeto”? Se trata de una afirmación que hizo Jean Piaget, un psicólogo suizo que defendía que el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción que cada persona elabora a partir de información que ya posee y de la interacción con su entorno. Esta forma de pensar es la base del aprendizaje constructivista.
En este sentido, ¿te gusta estudiar y explorar por tu cuenta temas como la gestión empresarial, el marketing o las habilidades blandas? Si es así, aunque no te lo parezca, ya estás aplicando las bases del aprendizaje constructivista en tu proceso de aprendizaje. En este artículo, te explicamos en qué consiste, qué beneficios aporta y te damos varios ejemplos de su aplicación.
La educación tiene una gran importancia en la vida de las personas. En palabras del filósofo, pedagogo y psicólogo norteamericano John Dewey: “La educación no es una preparación para la vida, sino que es vida”.
El aprendizaje constructivista es una de las principales corrientes de aprendizaje. Sin embargo, a diferencia del sistema tradicional, que se basa en la memorización y repetición, este modelo de aprendizaje busca que el mismo alumno construya su propio conocimiento a partir de enseñanzas previas. Es decir, el conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino la reconstrucción que hace una persona de esta misma a partir de sus vivencias.
A continuación, te explicamos las principales características del aprendizaje constructivista y los beneficios que aporta:
Existen numerosos ejemplos de aplicación del aprendizaje constructivista. Por ejemplo:
Con los foros de debate, el conocimiento se genera a partir del interés y de la forma de pensar de cada individuo.
Para ello, un docente debe proponer un tema para debatir a partir de preguntas abiertas. Por otro lado, los estudiantes deben investigar por sí mismos el tema y aportar sus ideas. Llegados a este punto, la función del docente es la de cuestionar sus ideas, su fundamento y su origen, así como plantear nuevas preguntas.
Se trata de formar un grupo de alumnos con el fin de que investiguen una temática técnica y elaboren un artículo para una revista especializada.
En este caso, los miembros del equipo tienen que colaborar entre ellos y con profesionales expertos en una determinada materia para poder desarrollar el artículo.
Los mapas mentales permiten representar ideas y conectarlas a partir de conocimientos nuevos o que ya se poseen.
Estos mismos se pueden crear de manera individualizada o se pueden compartir en línea para elaborarlos en grupos y trabajar así la cooperación.
El autoaprendizaje es el ejemplo por excelencia de aprendizaje constructivista.
Seguro que hay temas que te interesan y que te llevan a querer explorar y descubrir más sobre ellos. De esta manera, al indagar sobre esta materia, uno se cuestiona de manera constante la información que encuentra e integra los conocimientos nuevos con los que ya sabe.
El aprendizaje constructivista logra un conocimiento que se ancla mejor en la mente porque no se olvida, ya que está basado en la voluntad de aprender de uno mismo y en la propia experiencia. De ahí que sea uno de los métodos de aprendizaje más efectivos.
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