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Alfabetización digital: ¿qué es y por qué promoverla?

16/09/2024 | Santander Universidades

Tener conexión a internet puede parecerte un ‘básico’ en tu día a día. Sin embargo, ¿sabías que, en la actualidad, una de cada tres personas a nivel mundial no tiene acceso a la red, según la International Telecommunication Union (ITU)? Como ves, aún queda mucho camino para lograr la alfabetización digital real.

Y no solo se trata de disponer de la tecnología apropiada. La alfabetización digital conlleva también saber usarla adecuadamente. De nada sirve tener un potente smartphone si solo se usa para realizar o recibir llamadas; disponer del último software en el trabajo, pero seguir utilizando el anterior programa por no dominar la nueva herramienta, o ser un ‘crack’ en redes sociales sin saber distinguir las fake news de la información veraz.

En este sentido, la alfabetización digital tiene un gran impacto a todos los niveles. Por tanto, en plena era tecnológica, debes saber qué significa ser alfabeto digital y cuáles son niveles, así como las ventajas que ello supone. ¡Descúbrelo a continuación!

¿Qué es la alfabetización digital?

Según la UNESCO, la alfabetización digital se define como “la capacidad de acceder, gestionar, comprender, integrar, comunicar, evaluar y crear información de forma segura y adecuada a través de tecnologías digitales”. Es decir, no basta con tener dispositivos tecnológicos al alcance de la mano, sino que implica también saber aprovecharlos y emplearlos de manera efectiva y segura.

Esto supone disponer de habilidades como dominar los aspectos metodológicos y funcionales de los sistemas, saber buscar y evaluar la información, poder comunicarse de manera eficaz o seguir un comportamiento ético dentro de la red. En definitiva, ser alfabeto digital implica poder navegar, crear y analizar contenidos en la web, así como comprender los riesgos y oportunidades asociados con el uso de la tecnología.

¿Qué niveles hay de alfabetización digital?

¿Cómo se traducen estas competencias en la práctica? Al ser un campo tan extenso, no todo el mundo puede disponer del mismo grado de alfabetización digital. Esto no quiere decir que solo sean alfabetos digitales las personas vinculadas al sector tecnológico o informático.

En este sentido, esta se puede dividir en tres niveles fundamentales, cada uno con sus propios desafíos y competencias:

Nivel básico o aprendizaje de uso. Este primer nivel se centra en el aprendizaje de las habilidades básicas para operar dispositivos y aplicaciones. Incluye el uso de sistemas operativos, navegadores web y herramientas de comunicación básicas como el correo electrónico o WhatsApp. Los individuos en este nivel están aprendiendo a realizar tareas simples y a manejar interfaces digitales sin dificultad significativa, como poner su serie favorita en Netflix.
Nivel intermedio o comprensión de uso. En el nivel intermedio, los usuarios comprenden y aplican habilidades más avanzadas. Aquí, el enfoque está en la capacidad de utilizar herramientas digitales para resolver problemas, crear documentos o manejar información en línea. Los individuos son capaces de utilizar software más complejos y gestionar múltiples aplicaciones de manera simultánea y con conocimiento. Es decir, no solo siguen unos pasos memorizados para realizar la acción, sino que comprenden cómo funciona el proceso. Por ejemplo, si abre Netflix y no encuentra su serie favorita por donde la dejó, es capaz de percatarse rápidamente de que ha entrado con otro usuario y cambiarlo de forma sencilla.
Nivel superior o creación de contenidos. El nivel superior implica la creación y gestión de contenidos digitales avanzados. Esto incluye el diseño de páginas web, la edición de multimedia y el uso de herramientas para el análisis de datos. Los usuarios en este nivel no solo consumen información, sino que también contribuyen activamente al ecosistema digital mediante la creación y difusión de contenido. Así, siguiendo con el caso anterior, quizá tenga un blog cinematográfico, deje valoraciones en la plataforma o publique en sus redes sociales recomendaciones de series y películas.

¿Por qué es importante la alfabetización digital?

La alfabetización digital tiene múltiples beneficios que impactan diversas áreas. ¿Qué beneficios conlleva su promoción?

Empleabilidad

En el ámbito profesional, las habilidades digitales son esenciales para adaptarse a un entorno laboral en constante evolución. En este sentido, el 92% de los empleos requieren habilidades digitales, según el informe Closing the Digital Skill Divide y, sin embargo, un tercio de los trabajadores no dispone de las competencias tecnológicas necesarias.

Por eso, las empresas buscan empleados que puedan manejar tecnologías emergentes y adaptarse a cambios rápidos en el mercado. Como consecuencia, los trabajadores con habilidades digitales avanzadas tienen una mayor empleabilidad y pueden acceder a mejor remuneración. Por ejemplo, según el anterior estudio, pasar de un puesto de trabajo que no precisa de habilidades digitales a uno que requiere al menos tres puede aumentar tu salario en un promedio de 45%.

Desarrollo personal

Asimismo, cuanto mayor nivel de alfabetización digital poseas, más instrumentos para desenvolverte en tu día a día. Es decir, la alfabetización digital te permite una mejor gestión de recursos y un acceso más eficiente a la información. Por ejemplo, puedes realizar transacciones financieras, buscar información médica, subsanar problemas informáticos… y, en definitiva, gestionar tu vida diaria de manera más efectiva.

Asimismo, este mayor dominio del mundo tecnológico también repercute en una mejora de las relaciones sociales. Al poder conectarte a través de redes sociales y plataformas digitales, se generan entornos para la comunicación y la colaboración en línea y se evita el aislamiento. Es el caso de una persona anciana que puede comunicarse con sus hijos y nietos a través de videoconferencia. De hecho, según el estudio El aprendizaje digital como indicador de inserción social: un estudio con las personas en situación de vulnerabilidad, seis de cada diez ciudadanos afirman que, a mayor nivel de alfabetización digital, más grande es su integración y participación social.

Seguridad

Junto con todo lo mencionado, la alfabetización digital posibilita comprender la ciberseguridad, un factor crucial para protegerte contra fraudes y ciberataques. De este modo, al reforzar tu pensamiento crítico, tendrás un menor riesgo de sufrir estafas en internet o manipulación. Es decir, serás capaz de evaluar la veracidad de la información, ser consciente del funcionamiento de los algoritmos, como herramientas de marketing digital, o discernir entre noticias falsas y verdaderas en un entorno donde los avances técnicos y la Inteligencia Artificial diluyen los límites entre realidad y ficción.

Impacto social

Con todo esto, la alfabetización digital tiene un impacto positivo tanto en el plano individual como en la sociedad. Al reducir la brecha digital, promoviendo la igualdad de oportunidades entre diferentes grupos socioeconómicos y favoreciendo el uso racional de la tecnología, se consigue una mayor inclusión, participación y aprovechamiento de la economía digital que redunda, a su vez, en la economía global. Sin ir más lejos, si la penetración del internet móvil aumentara un 10% a nivel global, el PIB mundial se incrementaría en torno al 1,5 o 1,6%, según una investigación de la Universidad de Costa Rica.

¿Cómo promover el alfabetismo digital?

Al hablar de alfabetización digital, uno de los errores más habituales es pensar en personas de edad avanzada o del entorno rural. Sin embargo, también los niños y jóvenes pueden ser analfabetos digitales. Por ejemplo, cada vez hay más menores adictos al móvil: en concreto, según los expertos, el 18% de los adolescentes (entre los 12 y 18 años) usa su smartphone de forma compulsiva. De ahí que la promoción de la alfabetización digital deba llevarse a cabo en todos los niveles. ¿Cómo potenciarla?

Centros educativos. Incorporar la alfabetización digital en el currículo escolar desde una edad temprana asegura que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para el futuro digital. Programas educativos especializados y adaptados a las nuevas formas de aprendizaje pueden preparar a los jóvenes para un entorno digital complejo.
Empresas. Las empresas deben ofrecer capacitación continua en habilidades digitales para sus empleados. Si bien ya debería ser un objetivo claro, aún hoy, en materia de IA, solo el 30% de las empresas europeas forma a su plantilla, según un estudio de ISACA. Eso sí, las que lo hacen no solo mejoran la eficiencia y productividad en el trabajo, sino que también impulsan la innovación, el crecimiento empresarial y la satisfacción laboral, según diferentes investigaciones.
Adultos. Para los adultos, especialmente aquellos que no son nativos digitales, se deben proporcionar programas de formación accesibles tanto por los organismos públicos como por las instituciones privadas. Estos pueden incluir talleres, cursos en línea y apoyo personalizado para mejorar sus habilidades digitales.
Entorno rural. En áreas rurales, la promoción de la alfabetización digital implica la creación de centros comunitarios de tecnología que ofrezcan acceso a Internet y capacitación digital para los ciudadanos, además de que las administraciones apuesten por reducir la brecha digital en estas zonas facilitando los recursos técnicos precisos.
Tercera edad. Para la tercera edad, se deben implementar programas específicos que aborden sus necesidades particulares, como ver su cuenta bancaria de forma online o pedir cita médica por internet. Estos programas deben ser pacientes y comprensivos, ayudando a los mayores a familiarizarse con las tecnologías digitales sin sentirse abrumados.

En cualquier caso, como ves, la formación es el pilar fundamental para la alfabetización digital. ¿Quieres desarrollar competencias profesionales que te permitan mejorar tu empleabilidad? Descubre Santander Open Academy, el espacio formativo que necesitas para seguir creciendo.

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