El emprendimiento social, más que una moda, se está convirtiendo en una tendencia que tiene como objetivo transformar el tejido socioeconómico mundial. De hecho, según el Informe sobre España de European Social Enterprise Monitor (ESEM), el número de emprendimientos sociales ha crecido un 50% en la última década. Asimismo, los emprendimientos que participaron en la elaboración de este informe han tenido un impacto social y ambiental notable, sobre todo en áreas como la reducción de las desigualdades, el trabajo decente, la igualdad de género o la salud y el bienestar, entre otros.
Y es que, tal y como señaló el economista Jeremy Rifkin: “El futuro será verde o no será”. En este sentido, la creciente preocupación por el cambio climático y la desigualdad social está provocando un cambio de paradigma en el que cada vez más empresas y emprendedores tratan de crear negocios que, más allá del beneficio económico, tengan un impacto positivo en la sociedad y en el planeta.
¿Sabes qué es el emprendimiento social? En este artículo, te explicamos cuáles son sus características y objetivos y te mostramos algunos ejemplos de emprendimientos sociales que están aportando su granito de arena en la transición hacia un mundo más justo y sostenible.
Se considera emprendimiento social cualquier tipo de negocio o proyecto en el que el objetivo principal es la creación de valor para la sociedad, dejando en segundo plano el beneficio económico. Es decir, los emprendedores sociales buscan resolver problemas sociales o medioambientales a través de soluciones innovadoras y sostenibles que generen un impacto positivo.
Se trata de una nueva forma de hacer negocios que se ha clasificado dentro de lo que se conoce como el “cuarto sector”, el cual se caracteriza por la combinación de características y objetivos del sector privado, público y no lucrativo.
Entre los objetivos del emprendimiento social, podemos destacar los siguientes:
Mejorar la calidad de vida de las personas y las comunidades.
Fomentar la sostenibilidad y la protección del medioambiente.
Reducir las desigualdades y promover la equidad social.
Promover la innovación social y económica.
Crear oportunidades de empleo y desarrollo económico.
Fomentar la inclusión social y económica.
El emprendimiento social surgió en los años 60 y 70, cuando la sociedad comenzó a tomar conciencia de la necesidad de cambiar la forma en que las empresas operan y su impacto en la sociedad y el medioambiente. Desde entonces, este tipo de iniciativa ha ido ganando terreno y se ha convertido en una fuerza motriz de cambio en la economía global.
Las características del emprendimiento social son:
Propósito social o medioambiental: el proyecto tiene como objetivo principal resolver un problema social o medioambiental.
Innovación: buscan soluciones innovadoras y creativas a los problemas existentes. Pueden ser innovaciones en productos, servicios o modelos de negocio.
Sostenible: el proyecto debe ser sostenible económica, social y ambientalmente. Es decir, además de tener un impacto positivo en la sociedad y en el medioambiente, debe generar suficientes ingresos para mantenerse a sí mismo.
Beneficios reinvertidos socialmente: los beneficios que se generan, en lugar de ser distribuidos entre los propietarios o accionistas, se reinvierten en la causa social o ambiental que defienden.
Inclusivo: los emprendimientos sociales se enfocan en la inclusión social y económica, ofreciendo oportunidades de trabajo a aquellos que han sido excluidos de la economía tradicional por cualquier tipo de problema o condición.
Mínimo impacto con el máximo retorno: el objetivo es generar el máximo impacto social o medioambiental con los recursos mínimos posibles, evitando el desperdicio y reinvirtiendo los beneficios.
Desarrollo local: este tipo de emprendimiento busca resolver problemas específicos de su comunidad para fomentar su desarrollo económico y social.
Participación comunitaria: de la misma forma, los emprendimientos sociales colaboran con asociaciones, entidades gubernamentales, vecinos u otros emprendimientos sociales para hacer partícipe a la comunidad que tiene a su alrededor.
Transparencia: operan con una transparencia total en todos sus procesos y acciones, mostrando abiertamente a todos sus stakeholders los objetivos, los resultados y el impacto.
Responsabilidad Social Corporativa (RSC): tienen unos fuertes valores éticos, morales y sociales que se reflejan en su Responsabilidad Social Corporativa (RSC). En otras palabras, los emprendimientos sociales incorporan la sostenibilidad y la ética en todas sus operaciones y decisiones de negocio.
Financiamiento ético: las fuentes de financiamiento también están alineadas con sus valores, apoyándose a menudo en fórmulas alternativas, como el crowdfunding, crowdlending o subvenciones para proyectos sociales o medioambientales.
Existen varios tipos de emprendimiento social:
Emprendimiento social comunitario: son pequeños proyectos locales que buscan resolver problemas o necesidades específicas de una comunidad. Estos proyectos suelen estar muy ligados a su entorno y colaboran estrechamente con la comunidad local.
Emprendimiento social sin ánimo de lucro: priorizan la creación de valor social por encima de la generación de ganancias. Cualquier beneficio que obtengan se reinvierte en la organización para ampliar su impacto.
Emprendimiento social transformacional: buscan cambiar sistemas y estructuras sociales a gran escala. Estos emprendimientos, a menudo, se dirigen a ámbitos como la educación, la salud o el medioambiente, con el objetivo de solucionar problemas sociales y medioambientales complejos que el gobierno no está afrontando.
Emprendimiento social global: son empresas que actúan a una escala global, abordando desafíos que trascienden todas las fronteras. Se enfocan en áreas como la pobreza, el cambio climático y los derechos humanos.
En un mundo donde a menudo los resultados económicos son prioritarios, hay quienes creen en la posibilidad de un futuro mejor. Estos emprendedores sociales demuestran que, aunque generar cambios en la sociedad es todo un desafío, es posible lograrlo con esfuerzo, determinación y una visión clara. A continuación, te presentamos 5 ejemplos de emprendimientos sociales que están marcando la diferencia en el mundo:
Sinèrgics, ubicado en el barrio de Baró de Viver (Barcelona), es el primer espacio de coworking municipal y de retorno social del mundo. Trabajadores independientes o pequeñas cooperativas pueden utilizar los espacios de trabajo para su proyecto a cambio de dedicar parte de su tiempo a colaborar con la comunidad local.
De esta forma, además de servir como lugar de trabajo, Sinèrgics se convierte en un recurso vital para entidades, asociaciones y residentes de Baró de Viver comprometidos con el desarrollo socioeconómico de su comunidad local. Esta sinergia entre los profesionales y la comunidad fomenta el desarrollo local y la inclusión social.
Koiki es una empresa inclusiva de reparto sostenible. Esta compañía contrata a personas en situación de exclusión laboral para que, con medios de transporte sostenibles, como bicicletas o vehículos eléctricos, entreguen los paquetes en los vecindarios. De esta manera, Koiki reduce las emisiones de CO2, al evitar el uso de los vehículos de reparto convencionales, y fomenta la inclusión laboral.
Sin ir más lejos, los principales objetivos de este emprendimiento social son minimizar el impacto de las compras online a través de un reparto consciente, libre de CO2 y responsable con la ciudad y la sociedad; la dignificación del empleo, la igualdad de oportunidades o la pacificación de las ciudades.
Too Good To Go es una app que combate el desperdicio de alimentos al permitir a los usuarios comprar a precios reducidos los alimentos que sobran en restaurantes, supermercados y panaderías. Gracias a esta iniciativa, se evita que estos alimentos sean desechados, contribuyendo a la reducción del desperdicio de alimentos y al cuidado del medioambiente.
De hecho, según su Informe de Impacto 2023, Too Good To Go ha salvado 121.686.720 packs de comidas y, a su vez, ha evitado la emisión de 328.554 toneladas de CO2 y el desperdicio de 100 millones de litros de agua.
Specialisterne es un emprendimiento social que tiene como objetivo promover la inclusión laboral de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). A través de su programa de formación y empleo, facilita a estas personas el acceso a oportunidades de trabajo en la industria de la tecnología de la información y la comunicación (TIC).
También, colabora y apoya a empresas que quieran incorporar a su plantilla personas con TEA, asesorándolas y acompañándolas en el proceso de inclusión laboral. Specialisterne se basa en la convicción de que cada persona tiene un talento y debe tener la oportunidad de utilizarlo en un trabajo donde se sienta valorada.
La Fageda es una cooperativa catalana que se dedica a la producción de productos lácteos y mermeladas de alta calidad.
Lo más destacado de La Fageda es su compromiso social: la mayoría de sus trabajadores son personas con diversidad funcional y capacidades especiales. Su objetivo es proporcionarles un trabajo digno y una vida plena, contribuyendo así a su integración social.
Además de ofrecerles un trabajo, La Fageda les proporciona todo tipo de apoyo a través de psicólogos, educadores sociales y terapeutas ocupacionales, que trabajan para garantizar su bienestar y desarrollo personal.
Por otro lado, sus productos son elaborados con métodos sostenibles y respetuosos con el medioambiente, utilizando ingredientes locales y de alta calidad. Asimismo, la cooperativa también gestiona su propia granja y jardines, que son mantenidos por sus trabajadores y están abiertos al público para visitas.
Crear un emprendimiento social rentable requiere una combinación de pasión por una causa social o medioambiental, una idea de negocio innovadora y una cuidadosa planificación. Nadie dijo que fuera sencillo, pero ¿acaso las grandes gestas se consiguen sin esfuerzo?
Con una convicción e ideales claros, es posible crear un emprendimiento social que sea rentable. A continuación, te ofrecemos algunos consejos que pueden serte ayuda:
Identifica un problema social o una necesidad no cubierta: mira a tu alrededor y observa qué problemas o necesidades que existen en tu comunidad o en la sociedad en general no están siendo atendidas de manera adecuada. No obstante, es importante que este problema o necesidad te apasione y te motive a encontrar una solución.
Define tu misión: identificado el problema, será el momento de pensar en una misión que defina tu compromiso para resolverlo. Esta misión debe ser clara, concisa y transmitir la esencia de tu emprendimiento social. Es el motor que te moverá y te hará persistir en los momentos más difíciles.
Busca una solución innovadora: busca una solución que sea innovadora y diferencial para el problema o necesidad que has identificado. Esta solución puede ser un producto, un servicio, un modelo de negocio o una combinación de estos. No es necesario reinventar la rueda, pero sí que debes hacer algo distinto para conseguir resultados diferentes.
Intenta que sea un modelo de negocio sostenible: por otro lado, deberás encontrar la forma de hacer que tu modelo de negocio sea sostenible a largo plazo. Recuerda que, si bien el objetivo principal es el impacto social, es necesario generar ingresos para poder mantenerlo y hacer crecer la iniciativa.
Identifica tu público objetivo: determina quién se beneficiará de tu producto o servicio y quiénes estarán dispuestos a apoyar tu causa. Saber a quién te diriges te ayudará a diseñar estrategias de marketing y comunicación más efectivas.
Desarrolla tu propuesta de valor única: define claramente qué te hace único y por qué la gente debería apoyar o comprar tu producto o servicio. Tu propuesta de valor debe ser convincente y demostrar el impacto social o medioambiental de tu emprendimiento.
Construye una red de apoyo: trabaja en la creación de una red de personas y organizaciones que apoyen tu causa y estén dispuestas a colaborar con tu emprendimiento social. Esto puede incluir a otros emprendedores sociales, organizaciones sin fines de lucro, asociaciones, empresas, inversores sociales, voluntarios, etc.
Busca financiación: existen muchas opciones de financiación para emprendimientos sociales, desde subvenciones y premios hasta la inversión de impacto y crowdfunding. Investiga cuál es la más adecuada para tu proyecto y trabaja en tu propuesta para atraer a los inversores necesarios.
Entra en acción: una vez que se ha resuelto la parte teórica, es hora de entrar en acción. Contacta con personas y entidades interesadas, da a conocer tu proyecto y empieza a generar conexiones que te ayuden a avanzar.
Evalúa tu impacto: establece indicadores que te permitan medir el impacto social o medioambiental de tu emprendimiento. Estos datos te ayudarán a mejorar tus acciones y a demostrar el valor de tu trabajo.
En un mundo donde la productividad, la eficiencia y los resultados económicos son la principal preocupación de muchas empresas, el emprendimiento social emerge como una alternativa vital y necesaria para innovar y crear soluciones que promuevan un mundo más equitativo, sostenible y justo para todos.
Y es que esta alternativa sitúa a las personas y al planeta en el centro de su enfoque y demuestra que es posible hacer negocios de manera responsable y sostenible, priorizando el bienestar de la comunidad y el medioambiente por encima de las ganancias a corto plazo.
El planeta demanda soluciones innovadoras y creativas que permitan afrontar los desafíos del presente y del futuro de una forma distinta a como se ha hecho hasta el momento. Sin embargo, para llevar a cabo esta misión, los emprendedores sociales necesitan contar con una amplia gama de habilidades y competencias, como la creatividad, el liderazgo, la resiliencia, la empatía, el trabajo en equipo y una visión a largo plazo, para emprender con éxito en el ámbito social. Solo así será posible abordar los desafíos de una manera efectiva, contribuyendo así a la construcción de un futuro más prometedor para todos.
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European Social Enterprise Monitor Informe sobre España 2021-2022. Esade Center for Social Impact. https://knowledgecentre.euclidnetwork.eu/wp-content/uploads/2022/11/esem_espana_2021-2022.pdf
L.D.F. (8 de diciembre de 2019). El futuro será verde o no será. El País. https://elpais.com/economia/2019/12/05/actualidad/1575574683_423131.html