Estar tranquilo en casa, trabajar sin códigos de vestimenta, evitar los atascos de la hora punta, aprovechar el tiempo de forma flexible… Trabajar en remoto es una modalidad cada vez más frecuente en el mercado de trabajo. Ahora bien, esta opción tiene tanto aspectos positivos como negativos; de ahí la importancia, antes de tomar una decisión, de conocer cuáles son las ventajas y desventajas del teletrabajo.
Es cierto que, gracias a la consolidación digital de las empresas, el teletrabajo se ha establecido en el panorama laboral. De hecho, siete de cada diez empresas ya apuestan por políticas permanentes de trabajo a distancia en todo el mundo, según las últimas estadísticas. En este sentido, solo en Europa, el 22,4% de la fuerza laboral ya teletrabaja, ya sea de forma permanente (9,1%) u ocasional (13,3%), según la Encuesta Europea de Fuerza de Trabajo de Eurostat.
Teniendo en cuenta estos datos, no es de extrañar que esta modalidad laboral esté dando lugar a regulaciones para garantizar que el trabajador pueda tener las mismas condiciones que tendría si acudiera al trabajo de forma presencial. Este es el caso, por ejemplo, de la Ley 10/2021 sobre el Trabajo a Distancia en España.
Y es que, aunque el teletrabajo ha revolucionado la forma en que concebimos la actividad laboral, no siempre da los resultados que esperamos. Esto ha generado un intenso debate sobre las ventajas y desventajas del teletrabajo, tanto para empleados como para empresas. Mientras que algunos lo consideran una forma eficiente de optimizar recursos y mejorar la calidad de vida, otros destacan los retos asociados a la desconexión, la productividad y la cohesión de los equipos. Entonces, ¿cuál es el verdadero impacto del teletrabajo?
El teletrabajo, también conocido como trabajo remoto, es una modalidad laboral que permite a los empleados desempeñar sus funciones desde fuera de las instalaciones de la empresa, utilizando principalmente herramientas digitales. Es decir, como señala la Organización Mundial del Trabajo (OIT): “el teletrabajo se origina de la combinación de dos componentes”. Por un lado, el trabajo debe realizarse en una ubicación alternativa al lugar de trabajo predeterminado. Por otra parte, es necesario el uso de las Tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como un ordenador o un teléfono.
Además, el teletrabajo puede adoptar diversas modalidades o tipos:
Total o permanente: la jornada laboral se realiza siempre en remoto.
Parcial u ocasional: se combinan días de trabajo presencial con días de teletrabajo.
Este modelo híbrido es el más popular. En este sentido, de acuerdo con Gallup, de cada diez profesionales con posibilidad de elegir modalidad laboral, la mitad se decanta por el formato híbrido, frente a tres que eligen el teletrabajo permanente y dos que optan por la presencialidad 100%.
¿Qué lleva a cada uno a preferir una modalidad u otra? Es aquí donde entran en juego las ventajas y desventajas del teletrabajo:
Empezando por las primeras, ¿cuáles son los beneficios del trabajo remoto?
Mayor flexibilidad. Uno de los principales atractivos del teletrabajo es que puedes adaptar los horarios laborales en función de tus propias necesidades. Trabajar desde casa te deja margen para atender cualquier imprevisto que pueda surgir, ya sea una gestión urgente o la enfermedad de algún familiar, sin que suponga un grave problema el hecho de que hayas desatendido tus obligaciones laborales por un momento determinado. Por ejemplo, este sería el caso de un empleado que decide empezar su jornada una hora antes y hacer una pequeña pausa después para llevar a su hijo al colegio.
Facilita la conciliación familiar. Como consecuencia, el teletrabajo supone una clara ventaja para todos los empleados que tienen responsabilidades familiares. El hecho de no tener que desplazarte a un lugar de trabajo donde permanecer la mayor parte del día te brinda más tiempo para poder estar con tu familia y organizar tus obligaciones.
Ahorra tiempo y dinero. No tener que desplazarte a la oficina supone un ahorro de tiempo y dinero importante, sobre todo si vives lejos del lugar de trabajo. ¿Sabías que, según datos de la U.S. Census Bureau, los trayectos al puesto de trabajo representan al año una media de casi 28,75 jornadas de 8 horas y suponen un gasto de 5.000 dólares por persona?
Mejora el bienestar. Te permite librarte de situaciones que causan mucho estrés, como encontrarte con retrasos en el transporte público o atascos, redundando en tu bienestar emocional. De hecho, de acuerdo con los estudios, el teletrabajo también mejora la salud física y mental.
Las ventajas y desventajas del trabajo también se extienden a las organizaciones. En este sentido, desde el punto de vista positivo, propiciar el empleo en remoto conlleva los siguientes beneficios:
Aumento de la productividad. Pese a que algunas empresas consideran que el presencialismo y la productividad van de la mano, lo cierto es que algunas investigaciones en la materia han evidenciado que esta idea es falsa. Lo que realmente determina la productividad de un trabajador son sus resultados y no el número de horas trabajadas. De hecho, según un estudio de Factorial, el 46% de las empresas admite que la productividad ha mejorado mucho (11%) o un poco (35%) con el teletrabajo, y otro 36% sostiene que no ha cambiado nada.
Mejora de la satisfacción laboral. El hecho de que los empleados puedan elegir cómo desarrollar sus funciones y puedan organizar su día a día de forma más flexible redunda en su satisfacción y compromiso. En este sentido, según un reciente estudio de EADA Business School, el teletrabajo reduce la tasa de abandono y refuerza la satisfacción laboral.
Atracción de talento. Además, ofrecer la opción de teletrabajar es un plus para atraer a los mejores perfiles a la compañía, ya que es un requisito creciente dentro del salario emocional. Este impacto es especialmente evidente en las nuevas generaciones, que exigen flexibilidad y teletrabajo como requisitos para aceptar un empleo.
Reducción de costes. Tampoco debes desdeñar el notable ahorro en costes gracias a la reducción de los gastos de mantenimiento de las oficinas (alquileres, suministros…) o de dietas, desplazamientos o bonos de comedor. Por ejemplo, según Global Workplace Analytics, en el sector real state, el teletrabajo supone un ahorro promedio de 10.000 dólares por empleado al año.
Sostenibilidad. Al eliminar buena parte de los desplazamientos al puesto de trabajo, esta modalidad laboral conlleva una disminución considerable de la huella de carbono, lo que permite reforzar las políticas de sostenibilidad ambiental de la organización. En concreto, de acuerdo con una investigación de Telefónica, el teletrabajo evita entre 112 y 712 kilos de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Sin embargo, el teletrabajo también puede afectar negativamente tanto a la empresa como al trabajador.
Algunas de las desventajas que presenta para los trabajadores son las siguientes:
Brecha de género. La conciliación familiar es una de las ventajas del teletrabajo, pero, en ocasiones, puede esconder desigualdades de género. Ten en cuenta que son las mujeres las que optan en mayor medida por este modelo laboral, de acuerdo con las estadísticas. Estos datos podrían ser inocuos, pero la realidad es que, el hecho de que las mujeres se acojan más al teletrabajo para conciliar, puede causar que carguen con la mayor parte de las tareas del hogar por estar en casa.
Sensación de aislamiento. La carencia de un ambiente laboral, así como de las relaciones presenciales con los compañeros, puede provocar que te sientas aislado. De hecho, el aislamiento social es la principal desventaja del teletrabajo, según el Instituto Nacional de Estadística. Esto puede ocasionar, a su vez, una desvinculación emocional del trabajador con la empresa, lo que implica una pérdida de involucración y de identificación con la misma.
Dificultad para desconectar del trabajo. El teletrabajo puede convertirse en una trampa si no tienes buena capacidad de organización y no consigues poner límites entre tu espacio laboral y personal. Ten en cuenta que el lugar de trabajo y de ocio o descanso se convierte en el mismo, lo cual puede provocar dificultades para desconectar.
Sobrecarga laboral. Optar por el trabajo en remoto incluso puede hacer que dediques más horas al empleo o incluso caer en el síndrome de burnout. De hecho, según un estudio de Hays, el 40% de los profesionales que teletrabajan aseguran realizar entre cinco y diez horas extra a la semana.
Riesgos ergonómicos. Tampoco debes olvidar que no todos los hogares están equipados para ofrecer un entorno ergonómico adecuado, lo que puede causar problemas de salud.
Tampoco las compañías están exentas de los riesgos que puede suponer el home office si no se aborda de forma adecuada. ¿Cuáles son los inconvenientes del teletrabajo a nivel organizacional?
Ausencia de aprendizaje social. La falta de interacción entre los empleados puede empobrecer el rendimiento global de la compañía y debilitar la cultura empresarial al no producirse el enriquecimiento que aporta la retroalimentación de los equipos.
Problemas de trabajo en equipo. Pese a que hay una gran cantidad de herramientas para mantener el contacto de manera virtual, la no presencialidad dificulta la comunicación en la empresa y puede convertirse en un hándicap para el trabajo en equipo.
Desigualdades de acceso. El teletrabajo no es apto para determinados puestos laborales en los que se requiere de la asistencia presencial. Por ejemplo, la empleada que atiende a los clientes en una tienda debe acudir al establecimiento, mientras que su compañera de contabilidad sí que puede optar por el teletrabajo. Esto puede generar conflictos internos si no se adoptan políticas para equilibrar los beneficios laborales de cada empleado.
Dificultad para controlar al personal. Por último, si estás pensando en adoptar el teletrabajo en tu compañía, es importante que estudies cómo vas a realizar el seguimiento del rendimiento de la plantilla, ya que la supervisión en remoto puede ser un obstáculo.
Si bien existen ventajas y desventajas del teletrabajo, la clave está en saber aprovechar las primeras y minimizar las segundas. A continuación, te presentamos algunas pautas de actuación para que trabajar desde casa resulte positivo:
Establece un horario fijo. Define un horario de trabajo claro para evitar la sobrecarga y garantizar el tiempo personal. No te olvides de tomar descansos regulares Puedes usar, por ejemplo, el método Pomodoro como herramienta de gestión del tiempo.
Crea un espacio de trabajo adecuado. Adapta el espacio donde vayas a trabajar. Por ejemplo, asegúrate de contar con un escritorio, silla y equipo adecuado para trabajar de forma cómoda y saludable, y procura que tu zona de trabajo esté separada del resto de la vivienda. Así, te resultará más fácil diferenciar entre vida laboral y personal.
Usa herramientas digitales. Plataformas como Slack, Trello o Zoom facilitan la comunicación y la gestión de tareas. En este sentido, las empresas deben proveer a los empleados de los instrumentos más adecuados para garantizar la comunicación efectiva e interacción de los trabajadores.
Fomenta la interacción. Las empresas también deben incitar a que los empleados se relacionen unos con otros. De ahí que sea recomendable mantener reuniones virtuales periódicas u organizar encuentros presenciales puntuales para reforzar el team building.
Refuerza la capacitación. Tanto si eres empleado como directivo de la compañía, aprovecha los recursos de aprendizaje en línea para mejorar tus habilidades y las del equipo, con el objetivo de mantenerte a ti y a la empresa competitivos.
En definitiva, si la empresa en la que trabajas te ofrece la oportunidad de trabajar en remoto, es importante conocer tus fortalezas y debilidades a la hora de apostar por un modelo u otro y, de este modo, encontrar el equilibrio entre las ventajas y desventajas del teletrabajo. Quizás descubras que, con este modelo, dispones de más tiempo o, por el contrario, que precisas mejorar alguna de tus habilidades para adaptarte a las necesidades de esta nueva modalidad laboral.
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