Metodologías de enseñanza innovadoras: ¿cuáles son las más efectivas?

16/07/2021 | Santander Universidades

La creciente formación a distancia, la desmotivación de los alumnos, la lucha contra la desigualdad, la introducción de las nuevas tecnologías en las aulas o la demanda de nuevas competencias en el mercado profesional son solo algunos de los motivos que evidencian la necesidad de apostar por la innovación en el ámbito educativo. Se trata de un reto que requiere de nuevas metodologías de enseñanza que permitan mejorar el aprendizaje en esta etapa y ajustarlas a las demandas de la coyuntura actual. 

Y es que, según una encuesta de Zrive, más de la mitad de los universitarios no se consideraba suficientemente preparado para acceder al mercado de trabajo tras la carrera. La falta de formación práctica y adaptada a las competencias requeridas por las empresas son las principales causas. Sin embargo, no quedan ahí las reivindicaciones. Tener un papel más activo en el diseño de la educación, contar con flexibilidad en la elaboración de los itinerarios formativos, prestar atención a los aspectos emocionales y sociales o integrar las nuevas tecnologías en el aula, por ejemplo, también son aspectos que reclama el alumnado, de acuerdo con la encuesta Experiencia del estudiantado en el sistema universitario español 2023, de la Asociación Espacios de Educación Superior. 

Se calcula que, en los próximos 10 años, la enseñanza como profesión crecerá entre un 3 y un 9%, y lo hará evolucionando hacia un modelo más lúdico, tal y como sugiere el estudio Tendencias de innovación en educación del Instituto de Innovación de ESIC Business School (ICEMD). Ten en cuenta que, según este mismo informe, la utilización de metodologías de enseñanza más amenas mejora la participación, la atención y la retención del conocimiento, así como la ratio de asistencia o la calidad del contenido que generan los alumnos. Y es que, ¿sabías que, según Spinify, las personas son un 27% más productivas cuando realizan tareas que les resultan divertidas? 

¿Qué son las metodologías de enseñanza?

Las metodologías de enseñanza son el conjunto de estrategias, técnicas y enfoques que utiliza el profesorado para facilitar el aprendizaje de los estudiantes. Abordan aspectos clave del proceso educativo, como la motivación, la participación, la interacción o la evaluación. Por ello, más allá de ser simplemente métodos de transmisión de conocimientos, estas metodologías están diseñadas para crear entornos de aprendizaje efectivos que promuevan la comprensión profunda, la retención a largo plazo y la aplicación práctica de lo aprendido. 

Así, las metodologías de enseñanza pueden variar ampliamente según el contexto educativo, las características de los estudiantes y los objetivos de aprendizaje. Por ejemplo, no se puede utilizar el mismo enfoque educativo para un niño de 5 años que para un joven de 22. Tampoco se pueden emplear las mismas herramientas para un alumnado nativo digital que para un grupo de personas mayores con conocimientos digitales limitados. No es de extrañar que, según el informe Sobre innovación educativa de OBS Business School, el 72% de los millennials valore positivamente los foros y grupos de trabajos, mientras que solo el 57% de los baby boomers está de acuerdo. 

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¿Cuáles son las metodologías de enseñanza?

Como consecuencia, dentro de las metodologías de enseñanza, encontrarás desde enfoques más tradicionales hasta enfoques más innovadores: 

  • Metodologías tradicionales: tienden a ser pasivas, donde el profesor es quien expone la información y el alumnado se limita a actuar como mero receptor del conocimiento. Entre estas, se pueden citar, por ejemplo, la clase magistral, el método expositivo o el aprendizaje basado en la memorización. 

  • Metodologías de enseñanza innovadoras: promueven la participación del estudiante, estimulan el pensamiento crítico y favorecen la aplicación práctica de los conocimientos. Se trata de enfoques como el aprendizaje basado en proyectos, el aula invertida, la gamificación o el aprendizaje colaborativo, entre otros. 

Ahora bien, cada metodología tiene sus propias ventajas y limitaciones. La clave del éxito en el proceso de aprendizaje es la capacidad de seleccionar la más adecuada para cada situación específica. Recuerda que no existe un único modo de enseñar, sino un método que se adecua mejor según el entorno y las necesidades de los alumnos de educación. ¿Cómo identificarlo?

 

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¿Cómo elegir entre todas las metodologías de enseñanza?

Ante el incremento de las metodologías de enseñanza, es indispensable saber cómo combinar las más idóneas según las características del alumnado para obtener los resultados deseados. En este sentido, es fundamental que los docentes sepan responder preguntas como:

  • ¿Qué objetivos se quieren lograr? 

  • ¿Cómo son los estudiantes y qué necesitan? 

  • ¿Qué tecnologías se adaptan mejor al aula? 

  • ¿Cómo se evaluará el proceso de aprendizaje?

Asimismo, resulta esencial que los profesionales de la educación estén en constante aprendizaje, con el objetivo de seguir innovando y adaptando las distintas metodologías de enseñanza disponibles a los ambientes de aprendizaje. Solo así podrán alcanzar sus metas para ayudar a sus alumnos tal y como lo necesitan, aunque en esta actualización docente aún queda camino por recorrer. 

De hecho, según el informe E-Learning 2023 de OBS School, el 62,7% de los encuestados afirma que existe una alta resistencia al cambio en el ámbito educativo hacia un aprendizaje basado en Inteligencia Artificial, pese a que más de la mitad admite su potencial. De ahí que el desarrollo de los docentes y su preparación en este campo sea la principal prioridad de las instituciones educativas. 

Nuevas metodologías de enseñanza en las aulas 

Como consecuencia, introducir nuevas metodologías de enseñanza en las aulas se ha convertido en todo un reto para los docentes. Durante las últimas décadas, han surgido varios modelos que se centran en el alumno y tratan de fomentar la motivación de los alumnos. Sin embargo, hay nuevas metodologías de enseñanza que han destacado por encima de otras por los resultados obtenidos. ¿Cuáles son? 

Aprendizaje basado en proyectos

Se trata de un modelo centrado en los estudiantes y en el que el profesorado tiene un papel facilitador-orientador-tutor. En esta metodología, el estudiantado trabaja en proyectos relacionados con situaciones reales, lo que les permite aplicar los conocimientos teóricos en contextos prácticos. Esto se debe a que, con el aprendizaje experiencial (en inglés, learning by doing), los conocimientos se asientan mejor y por más tiempo, y se reduce la llamada curva del olvido. Además, se fomenta la colaboración, la creatividad y el desarrollo de habilidades de investigación y resolución de problemas.

En este sentido, la Universidad de Sevilla llevó a cabo un estudio sobre el aprendizaje basado en proyectos. En este, se demostró la efectividad del aprendizaje activo, ya que, los alumnos no solo obtuvieron mejores notas y suspendieron menos, sino que también pudieron asimilar más fácilmente tanto las competencias específicas de la asignatura como las de carácter personal, sistémico e instrumental.

Aula invertida

El aula invertida o flipped classroom es un modelo pedagógico en el que se invierten los elementos tradicionales. Esto es, los alumnos estudian las materias en casa y después las trabajan en el aula. De este modo, la clase se destina a profundizar en las materias y resolver dudas, lo que permite incentivar la participación, personalizar la formación y mejorar la efectividad del aprendizaje. 

Así, en algunas universidades y centros de educación, las clases se graban en vídeo y se comparten con los estudiantes para que los puedan visualizar en casa. Posteriormente, se refuerzan los conceptos aprendidos en el aula, atendiendo a las necesidades de cada alumno, con trabajos por proyectos o mediante la búsqueda de soluciones a problemas reales a partir del trabajo colaborativo.

Design thinking

Otra de las metodologías de enseñanza activa es la conocida como design thinking o pensamiento de diseño. Se basa en un método que tienen los diseñadores y que permite identificar los problemas reales de cada alumno para, de este modo, generar una experiencia educativa, basada en la creación y la innovación, que supla sus necesidades. En primer lugar, se plantea un problema en el aula y, después, a partir de un trabajo en equipo y mediante los pasos de descubrir, interpretar, idear, experimentar y evolucionar, se busca la solución más eficiente.

Esta metodología pedagógica se asimila mucho más a la vida real y a la forma en que se trabaja en el mundo laboral. Por este motivo, el design thinking permite a los alumnos adquirir competencias como la creatividad o el trabajo en equipo, capacidades esenciales para el actual mundo laboral. De ahí que sea muy útil para afrontar problemas complejos. 

Aprendizaje cooperativo

El aprendizaje cooperativo se basa en el trabajo en equipo y en la consecución de objetivos comunes, que tan solo se pueden alcanzar si cada miembro del proyecto cumple con su tarea. Para ello, se forman grupos de entre tres y seis miembros, en los que cada persona adquiere un rol determinado. Con el fin de alcanzar el objetivo fijado, deberán trabajar de forma coordinada para resolver los posibles conflictos que puedan surgir entre ellos, dejar a un lado la competitividad y priorizar el bien común. 

Este modelo, ofrece la oportunidad de mejorar la interacción social, el trabajo en equipo, la implicación, la atención o la adquisición de conocimientos. De hecho, según el trabajo de investigación Impacto de la aplicación del aprendizaje cooperativo en aulas de Educación Básica, las metodologías de aprendizaje basadas en el enfoque cooperativo refuerzan las relaciones en el aula y facilitan el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales.

Gamificación

Otra de las metodologías de enseñanza que han llegado para quedarse es la  gamificacion  que consiste en utilizar elementos propios de los juegos, como puntos, niveles y recompensas, para motivar a los estudiantes y hacer el aprendizaje más divertido y atractivo. Para ello, se fomenta la competencia sana, la colaboración y el compromiso con las tareas académicas.

Y los resultados de gamificar el aprendizaje son sorprendentes a todos los niveles. En concreto, de acuerdo con la investigación Impacto de la gamificación en el rendimiento académico de nivel superior, existe una correlación significativa entre la implementación de la gamificación y la mejora del rendimiento académico. De hecho, los alumnos participantes en el estudio evidenciaron un mayor compromiso y motivación, mejores calificaciones y una mayor retención de conocimientos. Se trata de los mismos beneficios que registraron los estudiantes de Primaria en el estudio Impacto de la gamificación en el aprendizaje de estudiantes de primaria.

¿Por qué hay que innovar las metodologías de enseñanza? 

La introducción de estas metodologías de enseñanza no es una moda. Ten en cuenta que el perfil del alumno ha evolucionado y ahora buscan sistemas de aprendizaje más participativos y dinámicos. Por eso, con el fin de lograr una transformación en la educación que se amolde a estas nuevas formas de aprender y nuevas demandas profesionales, los docentes deben afrontar algunos retos que están surgiendo en esta época de transformación, tanto en el plano tecnológico como cultural. 

Sin ir más lejos, en España, tan solo el 36% de la población supera el nivel de capacidades digitales básicas, según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales 2022. Sin embargo, de aquí a 2027, los empleos relacionados con la tecnología y la Inteligencia Artificial serán los que mayor crecimiento registren, de acuerdo con el Informe sobre el Future of Jobs 2023 del Foro Económico Mundial. De este modo, los docentes deben introducir las nuevas tecnologías en su día a día, especialmente a través de metodologías de enseñanza activa.

Lo mismo ocurre con las habilidades que precisan los profesionales del futuro. Están en constante evolución, adquiriendo relevancia las competencias transversales ,aquellas relacionadas con la capacidad de adaptación, de resolución de problemas y de trabajo en equipo en organizaciones cada vez más deslocalizadas. 

En este aspecto, son más efectivas las estrategias centradas en el estudiante que aportan las metodologías de enseñanza innovadoras, donde el alumnado es el auténtico protagonista y cada uno puede explotar al máximo su potencial, en función de sus capacidades y objetivos. Por ejemplo, son ya muchas las experiencias de aprendizaje en Matemáticas a través de escape rooms o aproximaciones a la Ciencia mediante juegos de realidad virtual con un feedback de los alumnos mucho más enriquecedor que una clásica clase magistral. 

En definitiva, las metodologías de enseñanza tradicionales no satisfacen las necesidades de los estudiantes ni los preparan adecuadamente para enfrentar los desafíos del mercado laboral actual. 

En consecuencia, aprender a diseñar estrategias adaptadas a las características de cada alumno y poner en práctica métodos docentes activos que desarrollen el pensamiento y el razonamiento crítico, que motiven a los estudiantes y fomenten la creatividad debe ser el objetivo de los docentes del siglo XXI. 

No hay que olvidar que la utilización de enfoques pedagógicos innovadores no solo mejora la calidad del aprendizaje, sino que también contribuye al desarrollo integral del estudiantado y a la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Y, como transmisores de ese conocimiento, el mayor desafío de la educación es la propia formación del profesorado. 

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Fuentes

Publicado originalmente el 16 de julio de 2021 y actualizado el 16 de mayo de 2024

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