El 71% de las empresas españolas prevé poner en marcha iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) durante este mismo año. De hecho, un 43% ya lo hizo durante el ejercicio pasado y el 28% restante tiene previsto hacerlo de forma inmediata, según la Guía HAYS 2021.
Y es que la pandemia por la covid-19 no ha hecho más que reforzar el compromiso de las empresas con su entorno; no solo en el plano medioambiental, sino también en el social. En este artículo, podrás aprender mucho más acerca de la RSC así como conocer algunos buenos ejemplos de empresas con Responsabilidad Social Corporativa.
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es una nueva forma de dirigir las empresas en la que se tiene en cuenta el impacto que genera sus actividades, tanto en sus trabajadores o grupos de interés como en el ámbito social, económico o medioambiental.
El objetivo es instaurar una serie de medidas con un alto grado de compromiso que permitan reducir o compensar las posibles repercusiones que puedan tener estas actividades empresariales. No obstante, cabe mencionar que, por el momento, trazar un plan de RSC es totalmente voluntario.
Por todo esto, las empresas con responsabilidad social corporativa actúan de forma ética con el fin de ser más sostenibles y añadir valor social a sus actividades. Este concepto afecta de forma transversal a los distintos ámbitos de gestión de una empresa, que deben adaptar su enfoque para mejorar sus prácticas. Algunos de los puntos clave que se deben tener en cuenta son:
Para comprender exactamente en qué consiste la Responsabilidad Social Corporativa, lo mejor es ver algunos ejemplos de empresas que ya han instaurado políticas de RSC con éxito.
Danone se ha convertido en un gran ejemplo de empresa con RSC. A su compromiso inicial de mejorar la alimentación de las personas se ha sumado un modelo de producción cada vez más sostenible, así como un protocolo de Bienestar Animal propio, desarrollado de manera conjunta con la asociación animalista Compassion in World Farming (CIWF).
Esta compañía establece relaciones duraderas con ganaderos locales con el objetivo de mejorar el desarrollo de sus comunidades y reducir el impacto medioambiental de sus actividades. Así, como primera empresa de gran consumo certificada por B Corp en nuestro país, el propósito de Danone trasciende su negocio y reivindica una economía al servicio de las personas..
Laia Mas, directora de Corporate Affairs y Sostenibilidad de Danone Iberia, señala que “nuestra misión es formar parte del motor de cambio de la sociedad a través de un modelo de producción que tenga en cuenta el impacto social, medioambiental y económico”.
El plan de RSC de General Electrics, conocido como Ecomagination, lleva en marcha desde el año 2002. A través de la innovación, aborda tres desafíos relacionados con la sostenibilidad: la transición energética y el cambio climático, la atención médica de precisión a todas las personas y un futuro con vuelos más eficientes.
Las locomotoras Tier 4, en servicio desde el año 2017, son el resultado más palpable de su RSC, ya que estos trenes reducen sus emisiones hasta un 85% respecto a modelos anteriores.
Otra de las empresas con una responsabilidad social corporativa ejemplar es IKEA. La popular compañía de muebles suecos lleva ya muchos años desarrollando una RSC basada en tres retos: facilitar una vida sostenible y saludable en los hogares, un modelo de producción con un enfoque circular y respetuoso con el medioambiente y un trato justo e igualitario en todas sus relaciones comerciales.
Uno de sus últimos grandes hitos fue la retirada tanto en sus tiendas como en sus restaurantes de todos sus productos de plástico de un solo uso. También destacan sus acciones de lucha contra la pobreza y el cambio climático, a través de IKEA Foundation, que trabaja de manera activa para mejorar la calidad de vida de aquellas personas que cuentan con pocos recursos.
La empresa Natura nació en el año 1992 con el objetivo de encontrar un equilibrio entre rentabilidad y principios. De esta manera, su RSC viene implícita en su forma de ser y, con el paso de los años, ha demostrado que es posible ser rentable a la par que sostenible. Sin ir más lejos, en el 2020, Natura fue reconocida como una de las empresas más éticas del mundo en el ranking elaborado por Ethisphere Institute.
Y es que, hasta el momento, han conseguido eliminar el 100% del plástico en el embalaje de todos sus pedidos online, usar energía verde en el 86% de sus tiendas o tener un sistema de reciclaje eficiente en toda su cadena de producción. Además, la mayoría de sus productos se elaboran de forma sostenible, reduciendo al máximo el consumo de materiales y suministros.
La ONCE clasifica todas sus acciones de RSC en el Plan Director que, a su vez, está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Las líneas estratégicas de sus acciones se centran en la calidad e innovación de sus servicios sociales, loterías, el desarrollo del talento de las personas, el buen gobierno, la sostenibilidad y la ética.
Asimismo, muestra su compromiso tanto con el medioambiente, minimizando su huella ambiental, como con el ámbito social, siendo unas de las empresas líderes en la integración de las personas con algún tipo de discapacidad.
La conciencia social y medioambiental es cada vez mayor en todos los ámbitos hasta el punto de que, en la actualidad, el 80% del valor de una compañía depende de actos intangibles. Por esta razón, actuar de manera irresponsable tiene un efecto negativo en la imagen y reputación de una marca.
La RSC está también ligada a una nueva oleada de líderes jóvenes muy concienciados con los problemas del planeta, y esto hace que cada vez sean más las empresas que están cambiando sus políticas hacia unas más acordes a la situación actual.
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